jueves, 28 de febrero de 2008

El tiempo pasa cadencioso sin . . .

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El sábado cumple años Adalberto (unos cuantos).


Probablemente Berto es el único nombre que reconocemos todos los integrantes de nuestra comunidad futbolera. Algunos lo llevan grabado a sangre y fuego; otros a forma de muesca en el tren inferior; hay, también, quién conlleva un recuerdo hecho realidad como pieza dental . . . en definitiva más o menos todos tenemos un encuentro que rememorar con el ser más poderoso del campeonato. Tal es así que os puedo asegurar, como he dicho muchas veces, que jamás permitiré que juguemos en equipos distintos. Tengo una cláusula que me lo impide en la póliza que recoge mi seguro de vida.

Os contaré una estrategia que utilizamos en Insulae antes de cada partido. Dejamos que nuestro buque insignia estire y caliente a gusto (me refiero a calentar sus músculos, los vuestros los calienta después); no me negaréis que impresiona ver cien kilos dando pasitos de danza clásica (masculina, por supuesto), o vislumbrar toda su humanidad desparramada por el suelo haciendo no sé qué ejercicio, cuya técnica es desconocida para el común de los mortales. Nos impresiona a sus compañeros y eso que conocemos de hace años sus posturas.

Pero detrás de este vehículo blindado, de este tren acorazado, se encuentra un excepcional ser humano, un tío peculiar donde los haya con una capacidad de relacionarse francamente envidiable, abierto a los demás, amigo de sus amigos e incluso amigo de los que no son sus amigos.

Adalberto está casado, con una mujer de bandera, y es padre de cuatro criaturas que hace tiempo han dejado de serlo. Dos varones y dos mujeres.

La mayoría conocéis a Adal, juega en Promesas, nadie diría que es hijo de su padre (jugando) porque es pura fibra, de una rapidez endiablada, con una técnica envidiable y una elegancia que la debió heredar de la madre; porque del padre he oído muchas cosas pero nunca que le gritasen ¡¡¡elegante!!!. Lo que ha heredado del padre es la capacidad de sacrificio, el espíritu de lucha y la gran generosidad (dentro y fuera del campo).
Su hermano Jorge parece que retiene la fortaleza física del padre, pero en estilizado, no a lo bestia sino a lo fino. Un chaval majo de verdad a quién no identificáis porque no juega con nosotros.

De las dos hijas, que no voy a dar los nombres, solo diré, telegráficamente (bueno ahora sería por sms), que además de guapas y estudiosas están trabajando. Si hay algún interesado entre los jóvenes que remitan currículo al padre, con una fotografía tamaño carné y otra de cuerpo presente (que es como se van a quedar si se pasan un pelo).

Os suena “por sus frutos los conoceréis”, pues en este caso los frutos os pueden dar una idea de la magnitud del árbol y Adalberto tiene como hijos lo que se merece como padre. Y tiene como mujer lo que, es posible, no se merece como marido. Pero eso nos pasa a muchos.

Como en el fútbol, en su vida, nuestro héroe es un luchador constante, tenaz, en ocasiones obsesivo. No ceja en su empeño, como el cocodrilo no relaja las mandíbulas aunque el bocado no sea comestible.
Es leal, algo que es mucho y que abunda poco.
Es sincero, demasiado sincero. No es que, servidor, apueste por la mentira que, a mi modo de ver, es madre de todas las desgracias . . . pero demasiada sinceridad, con quién no te la pide, te hace transparente. Ya sé que no estás de acuerdo conmigo en esta y en otras cosas, tu sinceridad así me lo manifiesta.

Adornado de casi todas las virtudes, entre las que no se encuentra la puntualidad, y . . . no Berto, no, la testarudez no ha sido, todavía, incluida en ningún catálogo de virtudes, ni divinas ni humanas . . . estamos en ello . . . ya he hablado con D. José Carlos para ver que puede hacer, pero el asunto es complicado, son muchos siglos de historia del pensamiento que habría que modificar . . .

Querido amigo, quiero aprovechar la ocasión para darte las gracias, públicamente, por lo que me has ayudado en estos años y pedirte disculpas por el rechazo que me ocasionaste las primeras veces que te vi (tanta sinceridad la tuya, me resultaba absurda).
Y no temas, no voy a contar tu metedura de pata, la excesiva confianza de tus primeras familiaridades . . . y tampoco voy a relatar la situación surrealista que vivimos cuando te presenté a Ignacio (Fadesa), el que quiera troncharse que vaya al circo.

Muchas felicidades de quién se siente, sin merecimiento, tu amigo. No sé que haría sin ti.

10 comentarios:

ANGEL dijo...

Gracias Jose, haces muchas cosas bien, pero las dices mucho mejor.
Ojalá fuera remotamente lo que indicas en tu simpático escrito. No hace falta que digas lo de Ignacio porque ya lo sabe todo el mundo, incluso pienso que por escrito, así que puedes repetirlo en todos los idiomas.
Con respecto a mi familia aún agradezco más los elogios, que en el caso de la madre en general son merecidos pero en el de los hijos tienen mucho que trabajar y sobretodo luchar por ser.
Yo te había pedido intimidad; y claro si todo lo entiendes así, creo que la próxima conversación privada la tendremos en un micro en un programa abierto de Jiménez Los Santos.
Yo también te estoy agradecido porque creo que vuestra compañía es la que hace que intente ser un poquito mejor, que no debía ser muy difícil dado el nivel de maldad al que había llegado y que me cuesta mucho ir limando.
En el plano humano todos teneis mucho a favor, me sorprende cuando veo alguna pequeña falta de compañerismo, yo llego como si entrara en una escuela infantil donde todos son buenos, simpáticos, sonrientes, y maravillosos. O sea, que mi paz la voy consiguiendo gracias a vuestra compañía y lucha (y paso al lado deportivo).
Siento los golpes, de verdad, en el cerebro, no en el cuerpo, yo creo que no suelo darlos, pero todos lo decís, así que debe de ser cierto, y a veces, cuando nos pasamos un poquito es por un afán de lucha deportiva, que es muy hermosa en sí, y que me sigue gustando tanto como cuando era chaval.No voy a seguir porque no hay más sitio. Así que repito GRACIAS A TODOS, y éxito el sábado.

Miguel dijo...

Muchas felicidades!!!

Anónimo dijo...

No hay nada como el tiempo para borrar los agravios, así que ya no me acuerdo de aquél histórico encuentro.
¡¡ Muchísimas Felicidades!!

Anónimo dijo...

Bueno, bueno, que me vais a hacer llorar.

Felicidades Berto y a tí Jose por habérmelo presentado a través de este campeonato, lamento tener dias malos, como todos. En BBVA hacemos lo que podemos, y punto. AHH, y por cierto hay novedades: ¡¡¡¡ CAMISETAS HABEMUS !!!!, Lo único que son de Repsol, pero mientras sigan siendo de una gran empresa....

Y de paso haceros saber que Yo tb cumplo, en este caso el Domingo, y que se está cocinando LA GRAN FOTO DE LA FAMILIA OCAMPO-MUÑIZ, que debido a los numerosos retoques necesarios tardará unos días.

Abrazos a tod@s, sobre todo a los del cumple.

Guzman.

Anónimo dijo...

Buenos días Adalberto, después de ver las palabras escritas por José acerca de tú persona no me queda más que decir que no cambies, muchas felicidades, ya nos veremos.

Nacho.Coren

Anónimo dijo...

Muchas felicidades Abalberto!! no pierdas la forma que aun te quedan otros tantos en la pista.

Anónimo dijo...

en alguna epoca habia que usar papel de periodico para limpiarse el ... desde que esta este gobierno en el poder habra que retomar viejas costumbres,de algun sitio habra que ahorrar,ademas me gusta el formato de este periodico,hablo de pais, hay ciertas etnias que no contribuyen con ningun tipo de impuesto, otros que quieren vivir aqui, pero como alli no voy a tolerar bajo ningun concepto que cuatro elementos me digan que como tengo que hablar o como tengo que pensar,sinceramenteque se vayan al carajo de una puñetera vez, si hay que luchar por la libertad,no le quepa duda al señor zapatero que lo voy a hacer con todas mis ganas.

Gilgado dijo...

Madre mía, ahora entiendo el número de visitas del blog. El anónimo se ha equivocado de sitio, no parece una felicitación para Adalberto, que encima le gusta despistar firmando como Angel.
Como decía Romanones "joder que tropa"

Anónimo dijo...

muchísimas felicidades Adalberto, estoy totalmente de acuerdo con lo que dice D. José, además cuando se expresa es capaz de definir tantas cosas que es muy difícil aportar algo nuevo, no obstante te diré , que hay cosas mas duras que tus entradas que yo también he conocido, o la flojedad de los dientes de alguno, y esa es tu paella, y ,a pesar de todo yo también te considero un ejemplo para todos, ya que te encargas de recordarnos valores que a veces por los motivos que sea se nos olvidan.

Recibe un fuerte abarazo.

Juan

diego dijo...

Muchas felicidades Adalberto!!
a seguir dando leña!!