lunes, 20 de julio de 2009

Mantener la posición

Le gustaba decir a Camilo José Cela, evocando a Ortega y Gasset, que en España el que resiste acaba triunfando. El que es capaz de aguantar, de mantenerse firme ante el devenir suele llevarse el gato al agua, como dirían en la tele.
Para el deporte también es válida esta forma de encarar los acontecimientos y para el fútbol en particular, por ser un ejercicio de equipo, se convierte en máxima que no siempre es admitida por todas las individualidades que forman el conjunto. Aguantar, permanecer y recuperar la posición, mantener el orden . . . etc., son ideas con las que se empieza pero que más pronto que tarde se acaba. Se acaba por olvidar, en INEF, aproximadamente a los quince minutos de iniciado el partido y se intenta recuperar, aunque no siempre se consigue, cuando el contrario se aleja en el marcador a una distancia de unos tres goles.
Los antiguos griegos sabían mucho de estas cosas y una polis, entre ellos, destacó por encima de las demás en la aplicación práctica de la teoría de mantener la posición en beneficio del conjunto a pesar de quedar menos lucida la actuación individual.
En Esparta primaba el grupo frente al individuo. Su infantería pesada era la máquina militar más poderosa y mejor engranada de su época; y su éxito radicaba en mantener la posición ante las embestidas del enemigo. Cada hoplita, hombro con hombro, se consideraba una pieza de la línea. Con su enorme escudo circular, embrazado en su izquierda, protegía parte de su cuerpo y el lado derecho de su compañero. Si se le ocurría romper la formación dejaba al descubierto, ante las armas ofensivas enemigas, a quien tenía a su vera y por ende a la línea que podía ser rebasada. Lo que suponía abrir un hueco en la muralla de bronce por el que habían de penetrar los atacantes rompiendo el resto de líneas y quizá la formación en pleno, con el consiguiente peligro de la retaguardia.
Nuestra retaguardia es la portería, que no suele estar defendida por jugadores con vocación de cancerbero y balón que llega balón que se enreda; después todo es llanto, manos a la cabeza y búsqueda con la mirada del capullo que pensó que estaba jugando a tenis y que quedaba muy estiloso subiendo a la red.
Entre la falange de hoplitas lacedemonios se escuchaba constantemente: ¡Aguantad! ¡Aguantad! Y una vez que los atacantes se daban cuenta de que no había nada que hacer comenzaba su repliegue y su derrota.
Para nosotros una defensa ordenada no siempre significa una victoria. El equipo contrario puede contar con individualidades que marquen la diferencia, pero se les suele dificultar extremadamente encontrar el camino del gol. Sin embargo una defensa ordenada suele convertirse en un ataque eficaz.
Del mantenimiento de la posición y de la no rotura de la línea dependía la vida en el campo de batalla. En el campo del INEF depende el pasarlo bien que no es lo mismo que ir a pasar el rato. Por el mismo precio podemos conseguir las dos cosas.





















lunes, 13 de julio de 2009

De nuevo en INEF, con el patrocinio de familydent

¡Qué pedazo de día! Elegimos el mejor sábado del año, hasta la fecha. ¡Elegimos el mejor día del verano!, el domingo comenzó el otoño. Elegimos las mejores horas de la mañana, no apretó mucho el calor. Elegimos las mejores instalaciones, con la hierba recién cortada y una valla recién estrenada, sin ausencias de barrotes por los que colarse. ¡Elegimos! y no nos equivocamos en nada . . . salvo en hacer los equipos.
Todo en su sitio, todos puntuales, los coches en el parking; saludos iniciales, presentación de algún desconocido, corrillos, sonrisas, niños corriendo, botas nuevas, balones hinchados . . . y la desventura que se cierne sobre nuestras cabezas.
Que si los estiramientos, que si me pongo a calentar, que si soy diesel, que si la quema de grasas, que si hecho unas carreritas, que si no me hago con la nueva superficie, que si el cemento agarra más, que si “hay que joderse como bota el balón”, que si “no me acostumbro al toque”, que si se me han hinchado los pies, que si las zapatillas me quedan pequeñas, que si peloteamos, que si puedo coger otra bola, que si salto, que si me tumbo, que si no miro por donde voy . . . y “catapún chimpún” . . . colisión múltiple de jugadores en medio del campo.
Piernas entre cruzadas, cabezas sobre espaldas, manos junto a pies, dos o tres esféricos entre los cuerpos, unos sobre otros, otros al lado de unos; amasijo de humanidades, mezcla de colores, intercambio de roces . . . pero mariconadas ¡ni una!
Una vez realizadas, con buen discernimiento y celeridad, las labores de excarcelación y desenredo, nos encontramos con que uno se lleva la mano a la boca dolorida por el impacto de una bota, amiga, con tacos. Vamos a mantener el anonimato del protagonista de los tan increíbles sucesos que nos proponemos relatar; como viene siendo habitual en este blog, que si de cuando en vez alguien mete la pezuña se procura no señalarlo, para que las cosas de las que no se puede estar orgulloso quede entre el protagonista y los que fueron testigos. Aunque siempre hay quien prefiere el protagonismo a la discreción y no puede reprimir el impulso de aparecer retratado en el apartado de comentarios.
Pero no creo que sea el caso de nuestro protagonista por lo que vino a suceder.
El asunto es que mientras esperábamos el inicio del partido se produjo un encontronazo entre varios que acudían a por los balones con los que se entretenían. Después del golpe, las disculpas y las risas, solo uno sentía una pequeña molestia en una encía. Jugamos, unos ganaron, otros perdimos, nos fuimos . . . pero el domingo por la tarde recibo el siguiente mail:
“¿Recuerdas el golpe que me di antes de empezar? Pues tengo una sensación rara al masticar. Estoy pensando en ir al dentista el lunes, ¿sabes si en “familident” me harían el descuento por ser del campeonato? No me duele nada, pero como el golpe fue fuerte y tenía la boca abierta cuando me dieron con los tacos, aunque no me veo nada porque es en la parte de arriba, me encuentro un poco extraño.”
Y le contesté:
“Te envío el enlace de la web (http://www.familydentcoruna.es/) dónde tienes el teléfono para pedir cita. No hay ningún problema respecto a lo del descuento, no obstante el lunes llamo a primera hora para que sepan que eres uno de los nuestros.”
Pues bien, como le había dicho a nuestro compañero llamé para advertir que “fulano de tal”, jugador del equipo “zutano”, pediría cita para que le echasen un vistazo por un percance ocurrido el sábado. Que le cuidasen bien, porque no era muy amigo de visitar consultas y menos de dentistas, con quienes hacía tiempo que no trataba.
A media mañana recibo el siguiente correo dónde se puede comprobar la excepcional pasta con la que están hechos nuestros jugadores:
“Apreciado Jose:
Hemos atendido a tu amigo de la mejor manera que hemos podido. No le hemos aplicado el descuento que tenemos pactado con los jugadores y familiares de vuestro campeonato de fútbol porque ni siquiera le hemos cobrado. Hemos llegado a un acuerdo con él para publicar su caso en una revista de especialidades odontológicas de máximo prestigio, porque este caso puede revolucionar el sistema de implantes bucales en el mundo. Como está de acuerdo en que se dé publicidad a su caso, te paso a relatar brevemente lo que nuestros especialistas han calificado como “el paciente más sorprendente de todos los tiempos”:
A las nueve en punto de la mañana se persona en nuestras instalaciones un varón de mediana edad, de origen caucásico, complexión fuerte y mediana estatura que presenta leves molestias en el maxilar superior derecho. Fruto, según su relato de un golpe fortuito mientras calentaba antes de iniciar un partido de fútbol. En una primera exploración ocular detectamos un objeto extraño que ocupa el espacio 15 y 16 y que sobresale en longitud y hacia el exterior de la alineación del resto de piezas dentales.
Sorprendidos y desconcertados realizamos una ortopantomografía y sobre el monitor aparece como un implante que ocupa los dos huecos de los molares antes mencionados, pero con unas peculiaridades morfológicas que lo hacen distinto a cualquier pieza y técnica aplicada en Occidente en los últimos cuarenta años.
Preguntado el paciente si sentía alguna molestia, y ante la negativa, procedimos a dar pequeños golpecitos en todas las caras de la extraña pieza. Al no mostrar ni la más mínima sensibilidad incrementamos la fuerza e intensidad de los mismos para comprobar el afianzamiento, y nada, la respuesta siempre era la misma “¡Ah!, ¿pero están golpeando?”.
El asombro alcanzó su más alta cota cuando nuestro especialista en implantes, que también es aficionado a la práctica del balompié, dijo: “¡No jodas Rodas, si lo que tiene clavado en la encía es un taco de aluminio de una bota de fútbol!”. A una de las enfermeras casi le da un desmayo. El resto del equipo no daba crédito, pero, en efecto, tenía incrustado un taco de aluminio.
Cuando pudimos recuperar la compostura le hicimos saber tan fantástico acontecimiento y le aseguramos que no iba a sentir dolor en la extracción del objeto . . . pero se negó en redondo. Nos dijo que si estaba allí alojado era porque la Providencia había dispuesto una nueva función a ese taco y que había que aprovechar tal circunstancia, ya que durante todo el fin de semana le había servido perfectamente. Nos pidió que rebajásemos un poco las dimensiones para que no pareciese que tenía un flemón, y que como no había sentido dolor, en su particular implante, que no le diésemos más vueltas y que apañásemos como pudiésemos.
La verdad es que le dejamos la pieza como si fuese suya, lo único que la delata es el color metálico, pero nos aseguró que no abriría mucho la boca en público. Y con la misma se despidió de todos nosotros felicitándonos por el trabajo realizado.
Desde entonces seguimos desconcertados. Saludos.”

Sin comentarios, una vez más se vuelve a demostrar que tenemos gente “pa tó”.

En cuanto al partido, decir que solo jugamos dos tiempos de cuarenta y cinco minutos; a pesar de la insistencia de D. Ignacio que pretendía echar la mañana y la tarde, en una especie de maratón entre nos. Este tío es una roca, y eso que se levantó a las tres y media de la madrugada porque tenía que estar en Lavacolla para que su hija cogiese un vuelo “palextranjero”. Encima se hinchó a marcar goles, hasta por los sitios más inverosímiles ¿verdad Guzmi?

Con D. Ignacio se enrolaron lo más granado de nuestras tropas de élite. El blanco está de moda, gracias a Florentino, y de blanco iban vestidos Javier Cristobo que arrancaba desde atrás y en 6,5 segundos se plantaba en el área contraria; Le acompañaba Pedro Lorenzo, de El Mundo, que ha demostrado ser uno de los jugadores más técnicos del campeonato; También de El Mundo estaba Pablo Serantes que distribuyó el juego como quiso, con mucha inteligencia; Encima, entre los blancos militaba Rubén Losada, de Coren, que está que se sale y jugando desde su área se convierte en atacante y de los eficaces. Otro que corrió la banda, de lo lindo, fue José Vicente Echevarría que disfrutó del buen juego y de la holgada victoria.

En fin, que se ha roto la racha, el año pasado ganaban siempre los de oscuro y ahora, ya se ve, la primera en la frente. Lo siento por Diego Linares que se lo curró durante todo el partido, pero el desorden llama al desorden. No te preocupes Chuky que ya inventaremos algo para el sábado que viene.




















lunes, 6 de julio de 2009

Menos mal que terminó

♫♫♫Láaaaastima que ter-mi-nó el fes-tival de hoy
pron-to volve-re-mos con . . . más diversiones♪♪♪

¿Lástima?, ninguna. Este curso ni el campeonato se ha librado de la maldita crisis. Empezamos mal y lo que mal empieza mal acaba. No llevábamos dos jornadas y la primera en la frente: el desdichado affaire del alquiler de las instalaciones con un tira y afloja que duró varias semanas y que a punto estuvo de sepultar definitivamente nuestra actividad. Gracias a Dios triunfó el sentido común; pero del mismo modo que las desgracias nunca vienen solas, las pruebas tampoco y por no corregir a tiempo algunas actitudes que tratadas por separado y con el paso del tiempo no parecen graves, nos llevaron a los días aciagos de la marcha de Wencasfer, un equipo modélico que, a mi modo de ver, gestionó mal la solidaridad con uno de sus jugadores. Al par que el resto no supimos adelantarnos a los desagradables hechos que fueron origen de la salida de muchos bien queridos compañeros. No puedo dejar de insistir en que nuestra desidia a la hora de complementar el fútbol con otras cosas que nos faciliten las relaciones personales, más allá del círculo de colegas del equipo, fue la principal causa de las desavenencias que nos llevaron al pozo del absurdo.
Al permitir la marrullería, las malas caras, las faltas de respeto, la pretensión de obtener ventaja a costa de los demás . . . etc. Que no se dan en todos, ni mucho menos, que criticamos en los demás pero que toleramos e incluso en vez de corregir alentamos, si de uno de los nuestros se trata. Al contemporizar con esas actitudes estamos sembrando la discordia que más pronto que tarde acaba aflorando con la peor de sus caras. Me resulta un fastidio tener que volver una y otra vez sobre esto, pero me resulta más fastidioso, aún, comprobar que con lo que ha llovido todavía hay a quien le resbala. Pero de eso trataremos luego.



Es momento de despedidas:


Se nos marcha Tino Lobo, de Coren, que después de tener que estar viajando semana tras semana a Madrid, por motivos laborales, se lleva a su familia. Dejaremos de contar con su presencia y con la de Nano, que pena con lo bien que salen en las fotos, los sábados en el polideportivo, pero los tendremos muy presentes y los recibiremos con los brazos abiertos tantas veces como nos visiten. Tino cuando quieras tendrás un sitio y si hace falta te acogemos en Insulae. Un fuerte abrazo.


Otra ausencia que ya se hacía notar desde la baja de Wencasfer, es la de Miguel Pardo de Vera que también se nos larga para la capital y también por motivos laborales . . . y del corazón. Se nos aguó la esperanza de recuperarle, perdemos un caballero (y no del lado oscuro) jugador, un delegado ejemplar y un “rara avis” (no cambies). Disculpa la presión a la que te he sometido y que sepas que tus palabras nunca han caído en saco roto.
Hay otros que se despiden pero no salen por la puerta grande.

Y alguno que se ha despedido y deseamos que vuelva aunque sea por la puerta de atrás.


También tenemos buenas nuevas:

Nuestro muy apreciado y valorado Nacho Amostegui de Burguer ha sido padre el pasado martes día treinta de junio. Lorena le ha dado su tercer hijo, Ignacio, que ha venido al mundo con unas zapatillas de correr debajo de un brazo (por parte de madre) y otras de fútbol debajo del otro (por parte de padre). Florentino Pérez ya ha entablado negociaciones con su representante.


Por desgracia no podían faltar las malas nuevas:

D. José Carlos, capellán del colegio, que tanto ha defendido y alentado el campeonato, está ingresado y a la espera de diagnóstico. Esperamos que no sea nada y le deseamos una pronta recuperación.

Y por supuesto los parabienes:

Felicidades a Promesas triunfador del torneo primavera verano en el Corte Inglés, lástima empañar la victoria con el comportamiento de la semana anterior ¿veis como no merecía la pena? Habríais ganado de todas formas.
Enhorabuena a Fadesa, que aún cediendo tres puntos por incomparecencia ante Promesas en la primera vuelta, han estado luchando por el título hasta el último partido.
Mención especial para el Mundo de la Noche por la rapidez con la que se han integrado y el buen sabor de boca que nos dejan. Habéis conseguido competir con elegancia, sin aspavientos y con serenidad sobre todo en algún momento difícil, en el que se pudo liar y gracias a Beto no se lió. Un ejemplo a seguir.
Bien por Burguer, que ha venido a ocupar una plaza muy difícil, los equipos que le precedieron nos tenían siempre preocupados por si no aparecían. Y Burguer ha conseguido desterrar esa inquietud; ahora solo falta que le acompañen los resultados . . . y venir equipados.
Y, para terminar, mucho ánimo para Coren e Insulae, todo se complica, cada vez hay más nivel y cuesta más ganar los partidos. Pero así es más divertido.

Y lo desagradable:
Aunque no lo parece resulta complejo mantener este montaje todos los sábados, sobre todo porque se trata de personas y de sus relaciones en torno a un deporte en el que nadie quiere perder, ni tan siquiera empatar.
Si a esto le añadimos que en los dos últimos cursos se ha renovado, cada año, un tercio de los participantes . . . pues aún se enmaraña más.
Todos conocéis los nombres de los seis equipos actuales, pero no siempre fue así. Por el duro cemento han pasado: BBVA, Inditex, Repsol, Wencasfer y antes Conjuntos Residenciales. Por desgracia, menos con Inditex, han sucedido cuestiones equivalentes: soluciones impopulares de conflictos causados por meteduras de pata, no rectificadas, que han suscitado la solidaridad de varios o todos los miembros del equipo. Bien es cierto que la mayor parte se han ido reincorporando; solo no lo han hecho ni lo harán, sin la preceptiva rectificación, quienes se han permitido el lujo de intentar ofender, de faltar al respeto. Porque cuando se falta al respeto ansiando agredir con ofensas no queda más remedio que rectificar, como los sabios, para que las cosas vuelvan a su cauce; y curiosamente siempre no rectifican y se quedan fuera o los menos sabios o los muy soberbios.
Este curso algunos han querido trasladar al blog las cuitas que debían haberse guardado para la reflexión, redactando (malamente) anónimos, más o menos identificados, donde confunden la puya con el exabrupto agrio y lleno de rencor. Solo he borrado aquellos que se han hecho contra terceros que no se podían defender y he dejado intactos los que se han dirigido contra mí, no por gusto, sino por la infructuosa esperanza de una reparación que jamás ha sucedido. Si alguno tiene tantas divergencias conmigo que le llevan a no soportar o bien mi presencia o bien que se le reconvengan los actos que perjudican la buena marcha del campeonato, solo tiene una salida, con la puerta abierta de par en par y una sola petición: que la cierre por fuera.
Si alguno piensa que me voy a callar las marrullerías, las trampas, obviar los desencuentros, o que voy a hacer dejación a la hora de velar por lo que quiero, es que no me conoce. Y si no contesto a algún “maestro ciruela” que sin saber leer ni escribir montó escuela, mira que decir que vamos a disfrutar el que tiene más estampidas contabilizadas en la historia del fútbol en Peña . . . en fin que no contesto porque cuando las cosas no tienen remedio no me gusta perder el tiempo, con un adiós y gracias por los buenos momentos es suficiente.

Departamento de objetos perdidos:

Tenemos atuendos deportivos sin dueño, una camiseta dos sudaderas y un pantalón de chándal; el que los reconozca que los pida. La camiseta lleva una temporadita extraviada, sin embargo las otras prendas me las encontré el sábado.





















Y por fin el INEF:

Gracias a las gestiones realizadas por José Vicente Echevarría, un año más, volvemos a la tierra prometida, bueno a la hierba prometida que aunque artificial es hierba; dónde el balón bota diferente y es más balón. Aprovechad estas rebajas de recesión económica para surtiros de calzado apropiado, con tacos o mejor “multitacos”, tampoco estaría de más que se aprovechase adquiriendo una camiseta clara y otra oscura, aunque viendo las interpretaciones que hacéis de las claras será mejor que se merquen blancas, que todo el mundo sabe lo que es. De este modo los que llevan azulitas, anaranjaditas, desteñidas, amarillitas y demás “colorines” más propios de la bandera del “engreimiento jay” podrán jugar en un equipo y los que vayan de oscuro, ya sea negro o azul marino, en el otro.
El horario es el de siempre de diez y media a doce y cuarto, si no recuerdo mal y el calendario ya lo publicaré cuando lo tenga.
ATENCIÓN, los interesados tienen que inscribirse. Podéis hacerlo en comentarios, mandar un mail o un sms. Aunque no se pueda ir siempre necesito saber si se quiere jugar y fechas en las que se está disponible, porque tenemos peticiones de jugadores que no son del campeonato, que vinieron el año pasado y que no se les puede tener pendientes hasta el último momento. No tardéis que empezamos el sábado.


Lo que se pudo retratar la última jornada