Veinte tíos, un pedazo de campo, dos partes: la primera de cuarenta y cinco minutos, por lo menos; la segunda de una hora, por lo menos. Y eso que cuando llevábamos treinta y cinco minutos se marcharon Nacho, Curro y Diego. Quedamos diecisiete y la cosa se alargó hasta que alguien insinuó que no llegábamos a ver el partido del Depor.
Por cierto David Torres y Chuky trataron de convencernos de que ese día eran del Depor. Está clara su preferencia, basta ver la de veces que han acudido con la camiseta blanquiazul.
Diego Linares estaba de cumple, treinta y cinco, y venía arrastrando un catarro que se curó nada más salir la luz del sol el sábado. ¡Hay quien dice que el INEF tiene propiedades curativas!
Ahí tenéis fotos recientitas y otras de hace dos semanas.
El próximo sábado se reanuda el campeonato.
lunes, 7 de diciembre de 2009
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