miércoles, 30 de abril de 2008

La isla del Dr. Moureau de Tena


Hay cambios, muchos e importantes.
El equipo de Insulae no se puede permitir otro fracaso y conocedor de los nuevos refuerzos y de las nuevas estrategias de sus rivales, ha decidido ponerse en manos de la ciencia para mejorar el rendimiento de sus jugadores.


Según nuestros informadores, la Junta Directiva del club, reunida en secreto el pasado fin de semana, ha tomado la decisión de encargar al Dr. Moreau el diseño de la nueva escuadra que tenga a bien alzarse con el título (porque las copas se alzan en “lacomunidadelvino”).
Fruto de sesudas investigaciones y de múltiples experimentos realizados con cobayas (Jose donó sus hijos ya que no tenían colegio, resisten aceptablemente el dolor y se lo propusieron como una actividad extraescolar más . . . bueno también influyó que salía más barato) el equipo técnico determinó ahondar en los estudios de los precursores Dr. Josef Mengele, investigador alemán que aportó “soluciones originales” al problema judío, y del Dr. Bernard Soria que ha conseguido en tiempo record acojonarnos y tranquilizarnos con el asunto del aceite de girasol.

Nuestra redacción está en disposición de avanzar algunos de los cambios previstos. Todos ellos imbuidos en una filosofía ultra novedosa que trata de aprovechar las sinergias de las virtudes futbolísticas de la plantilla. El resultado de tan maravilloso experimento simbiótico es el siguiente:

1.- La cabeza de Carlos abandona su poderoso cuerpo para instalarse en el del traqueteado Fernando, con la pretensión de no perder la velocidad y recuperar las demás cosillas gastadas con el uso y el paso del tiempo (vista, oído, olfato … etc.).

2.- Fernando aporta su testa, fría, pragmática e imperturbable al poderío físico de Carlos; con la idea de regular la potencia y la eficacia en el disparo a puerta.

3.- Diego deposita su cráneo joven sobre el cuerpo adulto, tirando a mayor, de Jose; con el ánimo de trasvasar (bueno ahora no se dice así) la fuente de su juventud a unos cauces agostados e implorantes de un nuevo reverdecer.

4.- Algo similar ocurre con Manolo que viene a ocupar los 100 Kg. de carne, eso sí magra, en forma de cuerpo del que presume Berto. Se trata de aportar aceleración, velocidad y resistencia.

5.- Con el transplante de la cabeza de Jose al cuerpo de porterazo de Diego, se pretende dotar de esa chispa necesaria para poner el balón en movimiento con celeridad y coger desprevenido al rival.

6.- Berto ocuparía el cuerpo de Manolo que está en perfecta forma aportando pundonor y ansias infinitas de victoria.

Sobre el papel el planteamiento del grupo de científicos, encabezados por el Dr. Moureau de Tena, es correcto, incluso nos atreveríamos a decir que brillante. Solo nos invade una pequeña duda ¿cuánto caso debemos hacer a los posibles efectos secundarios?
Para que nadie se llame a engaño vamos a desvelar los recogidos en el informe final.

Posibles efectos secundarios:

1.- Que la cabeza de Carlos extrañe su cuerpo y una y otro decidan dormitar durante los partidos.

2.- Que la testa de Fernando hiele la sangre del cuerpo de Carlos y una y otro decidan acompañar la dormilona del experimento anterior.

3.- Que el trasvase se produzca en sentido inverso, del cuerpo de Jose al cráneo de Diego y agotados, a pesar del dopaje que lleva el cuerpo todos los sábados, decidan unirse a la fiesta del pijama de los experimentos 1 y 2.

4.- Que Manolo quede abotargado entre tanta carne llegando a creer que se ha convertido en un botillo, decida no moverse mucho, no vaya a reventar, echando una siestita; como no, con los de los experimentos 1, 2 y 3.

5.- Que Jose se ponga nervioso al verse con traje de portero sin poder meter goles que es lo que le gusta y decida ingerir la cápsula de calmantes que siempre lleva adosada a la encía, quedándose dormido en el acto, eso sí, cerca de los experimentos 1, 2, 3 y 4.

6.- Que el peso de la cabeza de Berto hiciese inútil cualquier intento de movilidad del cuerpo de Manolo quedando derrengado, exhausto y sin aliento tumbadito semi inconsciente al ladito de los experimentos 1, 2, 3, 4 y 5.

Conclusión: será mejor que vayan a los partidos Jose María, Michi, Ramón y Santi, con Juan de portero. La victoria estaría asegurada.

4 comentarios:

Requeno dijo...

Pues no veo la diferencia¡

Gilgado dijo...

Eso es que no te has fijado. Mira lo que ha engordado Manolo.

Anónimo dijo...

Erre que erre. No es eso.Ni jí, ni ja...
Nada me ha parecido monstruoso, a excepción del nuevo Manolo y nuevo Adalberto. Los demais estais como sois. Un cambio minúsculo que os deja con el mismo alma y ningún espíritu...¡maligno!

Requeno dijo...

Ah! Ahora lo veo. Es que yo pense que erais los segundos y no me daba cuenta que cualquier tiempo pasado, para vosotros, fue mejor.