comenta el partido: fútbol en peña: Sé lo que hicísteis el último sábado (5 de abril)

RESULTADOS

Fadesa 13- 3 Coren

Repsol 0- 3 Promesas

Insulae 3- 6 Wencasfer

A las diez . . . y sereno, como siempre (no empezamos puntuales ni “jartos de vino” . . . ¿o será por eso?), Fadesa 13 – 3 Coren.

Lo mejor:

1.- Los seis goles, seis, de Álvaro Pardo. A quién dejaron jugar a sus anchas, no como el sábado anterior. Esta vez no hubo mosqueo y permaneció al pie del cañón todo el encuentro. Es una pena que no llevemos contabilidad de goleadores; aún así entra en el Olimpo de los anotadores: ¡¡Alberto Llamazares, hazle un sitio!!

2.- El golazo de Ignacio “matador” Pérez, el killer del borde del área, esta vez desde la línea de medio. Pregunta para los entendidos: ¿Cuándo no marca el caballero del bigote? Respuesta: Razón en . . . “Juan Caridad entendidos de fútbol S.L.”

3.- Fadesa es un equipazo, un conjunto serio desde el portero hasta el punta, desde el banquillo hasta el ala, desde el vestuario hasta el corner. Así da gusto.

4.- Los lesionados de Coren se van recuperando. Jugaron Nacho, Carlos y Diego . . . aunque no al cien por cien de sus posibilidades.

5.- La sonrisa de Tino Lobo. Un ejemplo para todos.

6.- La visita de Pablo Cidoncha “el deseado”. Aunque su rotura de ligamentos va para largo.

7.- Coren da la cara siempre, no rehuye el combate. Nuestro sincero respeto.

Carlos se recupera

Lo peor:

1.- No acaban de llegar los refuerzos de Coren. Se necesita la vuelta de su porterazo.

2.- La situación en la clasificación de Fadesa, extraña posición para este equipo.

A las once y cuarto . . . y el pertinaz retraso,

Promesas 3 – 0 Repsol.
Repsol ¿será sinónimo de bicoca?, ¿depende del día?. . . veamos.

Bicoca es una población italiana al oeste de Milán, sí . . . donde juega el Inter y el equipo de Berlusconi, que en otros tiempos no muy lejanos, conformaba un territorio denominado Milanesado perteneciente a la Corona española. Pues bien, en dicha localidad tuvo lugar en 1522, una sangrienta batalla en la que participaron la infantería española y los afamados escuadrones de piqueros suizos, a la sazón las tropas de combate más temidas de aquellos tiempos, consideradas invencibles. . . hasta ese momento.
Luchábamos, como casi siempre, contra el francés y alguien se estará preguntando ¿Qué narices tenían que ver los del chocolate suizo y la famosa banca? Y es que además de otras actividades realizaban la de contratarse como mercenarios al servicio del que ponía la pasta, cosa muy común en la época; solo España contaba con un ejército estable y profesional, fruto de dar matarile al invasor árabe durante tantos y tantos años de reconquista.
Pero a lo que íbamos (como no puedo comentar el partido ya que hubo impresentables, ¿o se dice no presentados?), el ejercito francés contaba entre sus tropas con quince mil esguizaros (piqueros suizos) agrupados en dos cuadros de gran profundidad. El general Próspero Colona, jefe de las tropas imperiales (éramos un imperio de verdad, no como el de Star Wars) contaba con cuatro mil arcabuceros españoles como fuerza principal de su ejercito, que se colocaron apoyados por la artillería al lado de una carretera, detrás de un terraplén protegido por una empalizada. Los esguizaros avanzaron contra los nuestros y a pesar de sufrir muchas bajas consiguieron atravesar la carretera y se lanzaron contra el talud . . . pero en el intento quedaron deshechos por el mortífero fuego de los arcabuceros que disparaban incansables en sucesivas filas. Los suizos se retiraron después de perder veintitrés capitanes y unos tres mil piqueros, sin que los españoles tuvieran ninguna baja en la batalla. La infantería suiza perdió en Bicoca la supremacía de la que gozaba, desde hacía cien años, en los campos de batalla europeos.
La facilidad con que los españoles se alzaron con la victoria hizo que la palabra “bicoca” pasara a los vocabularios español y francés como ganga, cosa que se adquiere a bajo precio o con poco trabajo. Como le pasa a Promesas con Repsol; llevan seis puntos sin bajarse del autobús.
A que mola la Historia de España, si la conociésemos un poquito mejor los engañabobos nacionalistas no tendrían tanto crédito y además sirve para rellenar el comentario de un partido que no se disputó.

Hubo pachanga y estreno de camisetas, pero camisetas sin jugadores . . .
Y se descubre un puntal en ese equipo que lucha por serlo. Manuel Iglesias va a dar que hablar.

Y de Promesas ¿Qué decir? . . . no tengo palabras, ahí van las imágenes.

A las doce y media bien pasadas Wencasfer recupera sus opciones e Insulae dice hasta luego cocodrilo.

Hubo partido hasta que faltaron nueve minutos y medio para la conclusión. Momento en que Insulae vio lejos la victoria y cerca la cruda realidad: no se puede disputar la segunda parte sin recambios. El refuerzo, Carlos de Tena, hizo demasiado, marcó los tres goles que sumados a los dos que obtuvo en su primer partido hacen un total de cinco. Está muy bien. Pero el mal endémico del equipo sigue siendo el mismo, la avanzada edad de D’Artacaridad y los tres mosqueteros. Diego, hijo, goza de tu juventud divino tesoro que se va para no volver, a veces quiero llorar y no lloro y otras lloro sin querer.

Olé Wencasfer, que por cierto se pronuncia “vencasfer” no “güencafés” como andan propalando las malas lenguas, que hay alguno que como se la muerda se envenena.
Estando el estratega Vizoso es difícil que se le escape el partido al equipo. Cuando el “búho Germán” ocupa los palos es que ocupa de verdad; no hay ser humano que esté tan atento ante el devenir del partido, tiene los ojos fijos en la pelota durante los sesenta minutos. Si a esto le añadimos la velocidad de “flash Cristobo” (brutalmente lesionado), la impavidez de Ángel “iceman” Rico, las apariciones estelares de Alex y su súper disparo, la genialidad del vibrante Adrián, el derrochador desgaste energético de Miguel y el rocoso jugador - patrocinador Wenceslao . . . pues nos encontramos con un cóctel mortífero, incapaz de ser digerido por sus rivales. Van camino del título, si Promesas no lo impide.

Clasificación de la 8ª jornada