Cumpleaños de Adal

Cumple Adal, el 10 de abril.

Llevo un rato dándole vueltas y no se como evitar mencionar a Berto mientras escribo una felicitación de cumpleaños para su primogénito.
Tengo que respetar su derecho a la intimidad y al ocultismo. Me esfuerzo intentando comprender que las personas sencillas y humildes no quieran estar en la picota. Va a ser una tarea difícil ya que es el padre de la criatura, pero voy a esmerarme para no recibir sus laceradas y persistentes críticas.
Deseo de todo corazón que siga manteniendo el anonimato (como en los comentarios) y que nadie, y cuando digo nadie es que nadie, pueda reconocer al progenitor del protagonista de esta entrada.
¡Suerte y al toro!

Mañana cumple años nuestro queridísimo Adal (de apellido Robles, pero no lo puedo decir por lo que he explicado antes).


Es bastante mejor parecido en la realidad que el la foto (no se parece en nada a su papá, a quién no puedo mencionar para salvaguarda de su . . . no se qué)

Estamos escasitos de instantáneas debido a que su Director Deportivo, D. Ricardo Vázquez, solo cuenta con él para las grandes ocasiones. Esperamos que esto cambie, por el bien de su equipo.

Sobre estas líneas le vemos acompañado de su madre y hermanos. Él es el primero por la derecha, o el último por la izquierda (le damos a elegir). Y ¡ojo! El joven que se encuentra situado el primero por la izquierda, o último por la derecha (joder que lío) no es una fotocopia de sí mismo, ni tan siquiera un reflejo, ni su imagen virtual u holográfica (que no sé lo que es) . . . ¡No! Es su hermano Jorge que en persona no se asemeja tanto, pero que en la foto, a un observador poco avezado, puede confundir.
También, como se habrán percatado los de su equipo, está acompañado por sus hermanas que no son tres como parece, sino dos; la de azul es su madre.
Y el señor delgadito de las gafas tengo entendido que es un tío abuelo residente en el extranjero (hay que fastidiarse que dominio tengo de la lengua escrita, de este modo nadie se dará cuenta que es “el innombrable” y podré apartarle de los focos, según su expreso deseo).

Aquí le vemos haciendo equipo, retened en la retina (valga la redundancia) esta imagen porque será de las pocas veces que Promesas parezca algo más que una banda, van equipados y todo ¿a quien querrán engañar?

Muchas felicidades machote y que no cambies. Sigue siendo tan elegante dentro y fuera del campo. Sigue derrochando generosidad que serás recompensado. Sigue siendo tú que lo haces muy bien. Sigue queriendo tanto a tus padres que tan orgullosos están de ti . . . y por favor el sábado no vayas.

A nuestra redacción llegan las declaraciones realizadas (a lo largo de su vida) por una persona muy allegada de la que mantendremos escrupulosamente su anonimato:

“Tengo un hijo maravilloso que cumple con creces todas las esperanzas que en él había depositado . . . Su madre y yo nos sentimos tremendamente orgullosos de unos hijos que siempre nos han regalado días de una felicidad sobrecogedora; Adal, nuestro primogénito, encarna las virtudes de todos ellos . . . Si me diesen la oportunidad de volver a nacer me gustaría ser como mi amado hijo” (frases más o menos textuales, al estar hechas desde la clandestinidad, no hemos podido transcribirlas con total exactitud).