lunes, 18 de mayo de 2009

¿Letras gallegas? No, gracias

Este año pasamos de encomiar el día de las letras gallegas.
En 2008 nos esforzamos mucho aspirando a llevarnos bien con los mandamases de la dirección general de política lingüística; demostramos el pedigrí de la mayor parte de nosotros ¿y qué conseguimos? “na de na”, ni tan siquiera una pequeña respuesta a nuestras peticiones de subvención, que teníamos bien merecida, y mejor ganada, por nuestra afección al antiguo régimen (al bipartito). Y dado que los nuevos próceres todavía están instalándose, desconocemos los vericuetos por los que pretenden llevarnos en el uso y disfrute de la lengua (para los mal pensados, que sois unos cuantos, me refiero al habla). Cuando sepamos sus preferencias no dudaremos en ponernos rápidamente a sus servicio, a lo que manden, por lo que pueda caer: unos cuartos por aquí, un nombramiento por allá . . . Ahora bien, quede claro, que nuestras preferencias son monetarias que con el retraso en el pago de los diez euros estamos temblando debido a la cercanía de los fastos en Montecelo del próximo domingo. Pois xa que o sabes voucho a decir, el día 24 del corriente, D. m., tenemos reservadas las magníficas instalaciones, colindantes con el cementerio de San Pantaleón das Viñas, para la celebración de la tradicional romería popular, e impopular, de los jugadores (y acompañantes) de nuestro campeonato . . . que parece que no va a ganar Coren.


A las diez, con disciplina militar (abrió D. Ignacio) Fadesa da un repaso a un poblado Burguer.
Vino Pablo Pérez, vio y palmó . . . por diez a seis. Y menos mal que le dio por meter unos cuantos goles el solito que sino la diferencia habría sido más abultada.
Fadesa tuvo el control durante todo el partido y ¡casi! consigue que todos sus jugadores vistiesen la camisola blanquiazul. Estrenaron fichaje: un Lejerén que se maneja estupendamente, de casta le viene al galgo. Esto, y la especial motivación de Álvaro Pardo, que lleva unos partidos que se sale, hicieron que el equipo funcionase como en los mejores tiempos. Parece que han quedado atrás los días en que Jose se desesperaba viendo la parsimonia del equipo, Marcos Mesa se mataba a correr para nada y D. Ángel se desgañitaba intentando corregir la posición de sus jugadores. La victoria sobre Insulae, la semana pasada, les ha abierto un panorama nuevo: la posibilidad de aferrarse al liderato y no soltarlo hasta el final. A ver que pasa.
Por el contrario Burguer se manifiesta como un equipo descoyuntado. Han avanzado mucho en organización y logística, se presentan a todos los partidos y con muchos efectivos, pero carecen de orden de combate. En fin por este trago han tenido que pasar todos los equipos, mucho ánimo.







































A las once y cuarto El Mundo de la noche hace una machada, a costa de un desajustado Coren.
El que pensase que Coren iba a perder el partido que levante la mano. A medida que iban llegando los jugadores de uno y otro equipo las brumas se despejaban en la granja para ensombrecer las expectativas de los noctámbulos. Y es que la recién estrenada escuadra se presentaba con solo cinco valientes, cinco; ni diez, ni nueve ni tan siquiera ocho, que son los que suelen acudir, ¡solo cinco! Encontrándose además con equipo de gala en frente, incluidos Rubén y el cañonero Paco León. Pero está claro que no por tener muchos cambios mejora el rendimiento del equipo, y debido a la concentración y el sacrificio que se regalaron los del Mundo consiguieron no perder nunca la cara al encuentro, logrando en los diez últimos minutos dar la vuelta al marcador con el desparpajo de quienes salen frescos después de recuperar durante un tiempo en el banquillo. Es evidente que Alberto y compañía conocen el viejo adagio greco romano que dice “tres empates son dos derrotas” y se conjuraron para evitar las terceras tablas. No pasa nada, todos tan contentos, los pupilos por ganar al mister y el mister por haber enseñado bien a sus pupilos. En definitiva, ocho a siete a falta de dos minutos y nadie dejó de celebrarlo, El Mundo de la Noche . . . por la mañana y Coren . . . por la noche.



































A las doce y media Promesas, como suele ser habitual en mayo, arroya al equipo gris. ¡Más gris no puedes jugar Insulae de mis amores!
Que el mes de mayo es el mes de las flores y el mes de María todos lo saben, incluso los que hemos estudiado enfrente de un colegio de pago; pero que tradicionalmente en mayo los “bad boys” del Sr. Requeno descargan sus tensiones sobre las cansadas espaldas de las personas mayores que se arrastran por el polideportivo casi como la oruga procesionaria . . . eso, solo lo sabemos cuatro.
Pues nada que para cumplir con la vieja usanza Insulae salta al terreno de juego perdiendo por uno a cero, Promesas aprovecha la falta de riego sanguíneo en el cerebro de unos y el encefalograma plano de otros y se adelanta en la primera parte por cuatro a cero. En la segunda parte, lo de siempre, los grises dejan de tocarse los huevos e intentan la remontada . . . intentan solamente, terminó seis a tres. Y encima D. Ignacio se enfría esperando la ausencia del Teto. Requeno vas a pagar tú las medicinas por generar expectativas que no se cumplen.
¡Venga! A las fotos y sin sacar defectos a la tropa.


















































1 comentario:

Requeno dijo...

Afortunadamente volvemos a la normalidad. Fadesa en cabeza, pero sin cabeza. Promesas en su sitio, una de Cal (insuale) y otra de Arena (a los demás), para cabreo de según que personas y solaz de las demás.

Quiero destacar a todos loa equipos ésta semana, porque las palabras de nuestro jefe han hecho mella en nuestros duros cerebros de futboleros y, por fin, nos hemos dedicado todo el tiempo a maltratar el balón, y no la pierna,culo o partes nobles de nuestros oponentes (y en algún caso de nuestros compañeros). Que siga la racha.