Con la mano fue interrumpida la trayectoria del balón en los tres partidos. No es que nos hallamos pasado al balonmano hastiados de tanto balompié, no, se trata del eterno dilema que se repite una y otra vez cuando un jugador toca la pelota con una de las extremidades superiores: ¿Ha sido voluntaria? ¿Ha influido, sustancialmente, en la trayectoria del balón? . . . estas y parecidas preguntas se hacen los árbitros constantemente y sus decisiones no siempre son certeras.
Os propongo la “teoría del caso” para alumbrar las entendederas:
A primera hora y en una jugada al borde de la línea de banda, algún jugador de Coren RECLAMA, más que mano codo, al jugador de Burguer que sigue avanzando hacia la portería contraria.
A segunda hora jugadores de “El mundo de la noche” RECLAMAN la misma infracción a un jugador de Promesas, si no recuerdo mal, dentro del área.
A última hora, un jugador de Fadesa PREGUNTA si ha sido mano dentro del área, al jugador de Insulae que responde afirmativamente pero que sin voluntariedad por su parte.
En los dos primeros partidos se discute, más o menos acaloradamente, sobre la cuestión, se para el juego y se considera tener la razón porque todos lo hemos visto. Sin embargo lo que todos han visto tiene diferentes interpretaciones, sobre todo entre los jugadores que participan directamente, y se insiste hasta la saciedad o se cede de mala gana.
En el tercer partido no se para el juego, se pregunta y se responde.
Estamos ante un caso práctico que debería servirnos para reflexionar, a cada uno de nosotros, sobre nuestra particular y en ocasiones peculiar manera de ver el juego. Coren vs Burguer y El Mundo vs Promesas dirimen un conflicto, de los muchos que siempre tiene un partido, de una forma que puede dejar como secuela una merma en la necesaria, o heroica en ocasiones, objetividad que transforma la duda en amigable concesión. Cuando la comunicación sincera falla se tiende a ver al rival como enemigo y a todas sus acciones como ataques injustificados contra nuestros intereses y . . . aparece el lío. Por el contrario cuando el jugador de Fadesa, y por ende el equipo, se da por satisfecho con la respuesta del rival, abandonando la idea ventajosa de un penalti, el partido se desarrolla por los cauces apropiados, con toda la competitividad que nos podemos permitir en aras de la obtención de una victoria justa, sin perdidas de tiempo, ni reclamaciones, sin entradas a mala leche ni recriminaciones . . . cualquiera puede seguir añadiendo las conductas que le parezca.
Como sucede de cuando en vez, alguno de vosotros me sugiere la posibilidad de que jugadores de otros equipos hagan las veces de árbitros con la esperanza de una mejora. Si esto es lo que queréis ¡hágase! Pero teniendo en cuenta que si nos alejamos de los parámetros de actuación del jugador de Fadesa, mencionado en el caso, ni una pareja de árbitros ni, siquiera, una pareja de la Guardia Civil nos va a resolver la bicha que llevamos dentro.
Mejor de la mano, todos juntitos, ¿no os parece?
Más cosas, los resultados dan un vuelco a la clasificación.
Coren, con cinco jugadores solo, gana por diez a seis a Burguer; que tuvo que empezar el partido con cuatro jugadores, después de una larga espera, y tras encajar varios goles recibir tres refuerzos que poco pudieron hacer.
Promesas gana por nueve a seis al Mundo de la noche, que trajo diez jugadores; pero Promesas trajo a Adal “el deseado” que cada vez se parece menos a su padre.
Y Fadesa gana, por fin, a Insulae por cuatro a dos.
Y terminamos que hay mucha “afoto”
“Vae victis” que decían los romanos. O el peninsular “Llora como mujer lo que no supiste defender como hombre” que le aplicó a Boabdil su madre.
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1 comentario:
Me habría gustado leer un montón de comentarios, antes de enviar el mío; pero veo que a los demás os cuesta escribir alguna cosilla.
En primer lugas las loas, coincido con lo expuesto plenamente (¿Es raro Jose, verdad?)..
En 2ºlas fotos, qué montón, y en cuántas salgo como una vaquita que soy preñadita..
En 3º la crítica que ya la he expuesto.
Animo, a escribir ¡gandules!
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