lunes, 4 de mayo de 2009

El día de la madre

¡La madre que me parió! Fue una de las expresiones que más sonaron durante la jornada. Si entendemos que en nuestro campeonato es tanta la necesidad que se siente de tener enfrentamiento que se puede decir, sin temor a equivocarse, que la jornada comienza el viernes, sino antes, y concluye el lunes o el martes después de ver, o mirar, el comentario del partido y la clasificación correspondiente; que por arcanos del devenir unas veces se despacha el primero y otras el segundo día de la semana.
Es por ello que la tarde del viernes vino a escuchar, en primicia, la interjección que luego se repitió casi tanto como el “¡we can!” de los comicios “made in USA”. Y lo hizo Coren que estando al tanto de las ausencias de lo más granado de sus gentes, albergaron la esperanza de que tal sucediese al equipo antagonista, sin haberse percatado de que era D. Ignacio el general enemigo; el que lleva en su hoja de servicios el singular inventario donde se atestigua no haber rehusado presentar batalla en su dilatada trayectoria.
¡La madre que me parió! Pensaría D. Ignacio, sin pronunciarlo por ser bien educado, cuando daban las diez y diez y solo estaba con Cristobo frente a los puntuales jugadores del vigente equipo campeón.
¡La madre que me parió va palmando Coren! Se repetía cada vez que alguien entraba en el polideportivo y ¡la madre que me parió!, otra vez sin marcador.
¡Las madres que los parieron no han cumplido los cuarenta! Se oyó mascullar al Sr. Requeno al observar la juventud de Burguer.
¡La madre que me parió! Pensaría Pablo Ucha después del cuarto tiro al palo.
¡La madre que me parió! Gimió Insulae, al ver que todo el mundo de la noche se había reunido esa mañana.
Y ¡la madre que me parió! Cinco grises empatan a cincos, contra un equipo tan nutrido que casi no cabe en la foto.
Por cierto de la victoria del Barcelona, que es la derrota de España, algo diré en
http://www.lacomunidadelvino.com/















¡que cosas se ponen para jugar!


A las diez y el retraso, del autobús de Fadesa, Coren, como una madre, hace entrega de los tres puntos.
Que son jubilosamente recibidos por un renovado Fadesa, aunque debido a los “eres” no tiene ni a uno de Fadesa, que viene con la legítima intención de recuperar glorias pasadas y encaramarse a los primeros puestos de la clasificación.
Coren solo contaba con cinco jugadores que empezaron mal, perdiendo por tres a cero. Parecía que la primera mitad iba a terminar con mayor ventaja blanquiazul cuando una jugada maestra de Nacho Louro, arrancando desde su área con regates, pared, amago y disparo certero, inauguró el marcador de su equipo. Ánimos de Carlos Carretero y al descanso con el buen sabor del esfuerzo y la hiel del tanteo.
D. Ignacio no las tenía todas consigo ya que su equipo no acababa de matar el partido y temeroso de la reacción “a huevos” comenzó a mover el banquillo con mayor celeridad. Coren se acercó pero Fadesa no quiso soltar el bocado. Al final cuatro goles para Coren, muchas paradas de Carretero pero siete veces entró el balón, dos de ellas impulsado por un señor mayor con bigote. Marcos y Álvaro lucieron buenas maneras y no recibieron candela, cosa que todos agradecemos.




































A las once y el retraso del mencionado autobús, partido muy disputado entre los jóvenes de Promesas y los mucho más jóvenes de Burguer.
Por cierto Sr. Amostegui que las camisetas sean holgadas que los chicos están creciendo.
Hace no mucho cuando los equipos se preguntaban ¿contra quién jugamos? Y alguno respondía: contra los jóvenes. No hacían falta mayores explicaciones, se identificaba inmediatamente a Promesas; ahora las cosas han cambiado y las plantillas se han rejuvenecido. Los hay que se quejan pero total . . . si al final casi siempre ganan los mismos. Aunque no deja de tener gracia ver a los Brais y compañía ejerciendo de hermanos mayores, cuando antes eran tratados como hijos. Y es que el tiempo va pasando para todos, no solo para los pioneros.
A priori, y recordando el anterior partido de Burguer contra Insulae, parecía que Promesas no iba a tener excesivas dificultades en llevarse el gato al agua. Ya que la extrema mocedad de los rojillos va estrechamente unida a una grande descoordinación y a una precipitación incontrolada. Máxime cuando no comparecieron ni José Vicente, ni Víctor, ni Rubén, ni Nacho . . . ¿quién habría de asumir las riendas de la cuadriga? Pues he aquí que hemos descubierto un auriga al que le sienta bien la responsabilidad y que sabe llevar con gallardía el peso del equipo cuando las circunstancias lo requieren, transformando su, en ocasiones, excesivo individualismo en motor impulsor del juego de su escuadra. “Estamos a falar” de Quique Martínez que se convirtió en protagonista desde el inicio hasta el final del partido, momento en el que nos dio un susto morrocotudo por la posibilidad de una lesión grave que, gracias a Dios, terminó con la salida por su propio pie de las instalaciones.
Empataron a cinco, pero podía haber ganado cualquiera de los contendientes; o sino que se lo pregunten a Pablo Ucha y a su súper tiro imantado. Algo hace al golpear el balón que es atraído por el vil metal de la portería cuando el guardameta está batido.







































A las tantas, pocos empatan a muchos, o lo que es lo mismo Insulae vuelve por sus fueros y planta cara al mundo de la noche.

La verdad es que da gusto ver la cantidad y da miedo ver la calidad de los habitantes nocturnos. Fueron nueve y no fueron mancos, ni tan siquiera cojos, como del resultado final se podría colegir. Solo pasó lo que en otras ocasiones ya había sucedido, esto es que los que peinan canas (no Diego, tú no) cuando se sienten corderos llevados al matadero sacan fuerzas de flaqueza y acaban sorprendiendo, a sí mismos y a los demás.
Empezó la cosa mal para los grises, encajando los dos primeros goles y aunque acortaron distancias, los pobladores de la noche controlaban el partido, se gustaban, estrenaban equipación y tenían jugadores para dos equipos. Pedro Herrrero, bajo los palos, no tuvo mucho trabajo en la primera parte que concluyó con tres a uno favorable a su equipo: El mundo de la noche. Por el contrario Diego sufría el acoso de su portería que culminó con un penalti parado en dos tiempos, el lanzamiento y el rechace. Quizá esa fue la clave del partido, o quizá lo fue el gol de cabeza de Adalberto que remataba un pase desde su área a falta de pocos minutos para la conclusión. De nuevo hay que destacar la labor goleadora de
Fernando de Uña (otros tres) y la labor en defensa del diabólico Chuky.





2 comentarios:

Chuky dijo...

REAL MADRID 2-6 BARCELONA

Humillación para sentenciar la Liga.
El Barcelona reventó el Clásico y la Liga al propinar una humillante derrota al Real Madrid en su campo. Los de Guardiola volvieron a bordar el fútbol y le endosaron nada menos que seis tantos a los blancos, la mayor goleada que el Barça ha logrado en Chamartín en toda su historia. El Madrid cedió el balón al Barça y con él, el partido y la Liga.
Cuñaooo,nada mas que decir.

Requeno dijo...

La madre que los pario!. Como juegan estos del... Barcelona!

Juventud y talento, quien sera?