miércoles, 4 de marzo de 2009

La fiesta del Mister










Romance de la Sanjuanada
que se puede titular:
¡Que pasada!










Que los fastos son queridos
es cosa bien afamada
y tratando de la persona
por muchos considerada
el revuelo ocasionado
no puede extrañar nada.



En Coren andan nerviosos
por la su clasificada
por la estima y gratitud
por el nuevo camarada
y si a esto le añadimos
que los años dan quebrada
que se cumple sin quererlo
que no hay posible parada,
tenemos de resultado

una muy buena machada,
cuando una musa sugiere
dar a la persona amada
fiesta sorpresa y deleite
en secreto organizada,
por todos los años juntos
de CARIño compensada.




El sigilo es la premisa
la cautela autorizada,
la reserva es la gran norma
y que no sea sospechada
que se viene preparando
y que está muy avanzada.









Alcanza el día concertado
con excusa señalada
al marido se sugiere
el pretender ser paseada
que da gusto la cuidad
cuando está ya sombreada.
Como el hombre no es de andar
ha de haber otra coartada
implicando en el asunto
a una amiga emparejada
con una grande noticia
que no puede ser dilatada;
y en llegando a este lugar
se propone otra posada
que de moda está el Playa Club
y se cena una pasada.









El lugar es decorado
está hecho una monada
con una ristra de globos
que será bien explotada.
Conjurados en espera
con la luz bien apagada
escondidos como pueden
esperando la jugada
que le haga Mari a Juan
llevándole a la entrada,
porque dentro sí que está
la acogida organizada.









Como él es confiado,
aunque se ve más bien nada,
penetra por esa puerta
sin sospechar la que hay liada
cuando se encienden las luces
y escucha la gran sonada
los sus ojos no se lo creen
su cara queda mudada,
como se puede comprobar
en la obra muy bien grabada
que se vende en los top manta
y está muy valorizada.










En sus primeras expresiones
farfulla que ¡qué pasada!
se le acerca D. Ignacio
dándole buena abrazada
y se dirige a los demás
por el orden de llegada,
Juan está tan encantado
y Mari tan emocionada
que todo el mundo quiere
que principie la algarada.







Emprendemos con los gritos
que no quiere estar callada
toda la tropa ansiosa
de que empiece la velada.
Seguimos con las voces
de una humana cantada
con el cumpleaños feliz
a la manera balada
y otras a las que Luciano
daba exquisita entrada.




Así crecía el alborozo
y se tomaba la añada
de un Rioja crianza y tinto
cuya etiqueta pegada
resonaba los amoríos
de Marujita embobada;
a menos eso reseñó
quién tenía asombrada
con esas y más jácaras
a una audiencia entregada.





Entre tragos, charla, risa,
humo, guiño y empanada
llegó la etapa de entregar
la dádiva regalada
que no era ni el marcador
ni la pluma ni gansada
sino instrumento preciso
de una marca muy marcada
que vale para presumir
y mirar la hora pasada,
porque más de uno sabe
que era la cosa acertada
para poder bien engalanar
a persona acicalada.








Con el “peluco” embridado
cuan alma aligerada
se yergue sobre el tropel
que concurre en oleada.
Gentilezas, parabienes
y de nuevo ¡qué pasada!
entre aplausos ardorosos
de la masa “machiembrada”
que entre dimes y diretes
aconteció mitineada
pasándonos por el arco
esta reflexiva jornada.








Casi todos consintieron
pero Berto de callada
cavilaba para adentro
que en estación pasada
había roto un juramento
que no sirvió para nada.








No transitó inadvertido
entre la gente pasmada
que había otro acaecimiento
que enaltece la velada
otro cumpleaños re diez
por idéntica costada.
Volvió a rugir el aforo
por la nueva señalada,
al mismo atrio ascendió
y similar fue su bajada.






Todos contentos entonces
iniciamos la bailada
donde se pudo valorar
lo lindo que se danzaba,
destacando Tino Lobo
por su grande cabriolada.











Con el volumen por lo alto
y alguna canción cantada
había quien quería hablar
pero no se atendía nada.




De lo bien que lo pasamos
resulta testimoniada
por las fotos que mostramos
dónde no hay cara cansada,
aunque cara que repite
de manera reiterada
que es la de Luciano amigo
que no quedaba aquietada
y que mucho tuvo que ver
que se oyera ¡que pasada!






































































5 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias Jose por el esfuerzo en la rima. Fue una fiesta estupenda entre amigos, y a poco que nos lo propongamos se verá en el futuro la mejoría en muchos aspectos.
Gracias Juan por tu 50 CUMPLEAÑOS. Y a Mary por ponerse manos a la obra.
Lástima que la falta de luz, impida ver buenas fotografías, nos perdemos apreciar en todo su esplendor a las inteligentes y hermosas mujeres que nos acompañaron. Y también ver la cara de algunos brutos que van con ellas.¡No entiendo cómo, aunque si me miro a mí, ya puedo ir haciéndolo...!
Por último gracias a todos por mi felicitación, que no debía de haber habido, porque la fiesta era de Juan. Gracias de nuevo.
Adalberto

carlos dijo...

Aún no habeis visto lo mejor, si tengo tiempo lo subo hoy.
Creo que mereció la pena trasnochar tanto, no?

carlos dijo...

Por cierto, voto por Ignacio como MVP de la velada.

Anónimo dijo...

La verdad es que tanto mi mujer y yo nos lo pasamos estupendamente,la pena tenernos que habernos marchado a la una, las responsabilidades de padres. Hay que repetirla, el motivo es lo de menos. Por cierto, imprescindible que asista Luciano, menudo crack.

Nacho Louro

Requeno dijo...

Creo que esto puede ser el comienzo de una gran amistad... (Donde habré oido esto antes?).

En cualquier caso fue una velada fantastica para una fantastica persona desarrollada con fantasticos compañeros.

Ignacio MVP?, hombre creo que el trofeo habría que repartirlo.

Felicidades a todos¡¡¡¡