viernes, 7 de noviembre de 2008

Chuky, el cierre diabólico (de Insulae) cumple años el domingo


Cuenta la Ilíada que cuando Agamenón convocó a los reyes de toda la Hélade para vengar la afrenta que los troyanos, en general, y el príncipe Paris, en particular, habían consumado contra su amantísimo hermano Menelao, a la sazón rey de Esparta, en la carne de su carne (la bellísima Helena), Ulises los convenció de la necesidad de contar, con el mejor de todos los guerreros griegos: Aquiles, el de los pies ligeros.
Agamenón tenía claro que iniciaba una guerra contra la poderosísima Ilión, no solo por las ralladuras que en el techo, de su palacio, originaba su hermano en los paseos que daba entre suspiro y suspiro por la pérdida de tan buena moza. No es que el gran Rey fuese insensible a los cuernos, máxime cuando su mujer era hermana de la adultera, pero pensaba más en los muchos beneficios que supondría deshacerse de una posición tan estratégica en los Dardanelos; que obligaba a las embarcaciones griegas a satisfacer una tasa por el tránsito frente a las costas de la bien amurallada Troya. El tío no daba puntada sin hilo y lo que había pensado tiempo atrás, llevar la guerra hasta esas murallas, se le antojaba posible con la disculpa del honor marital perdido y la necesidad de su reparación.
El caso es que muchos reyes griegos habían cortejado a Helena y se habían juramentado para apoyar y defender al elegido, de entre ellos; evitando de este modo confrontaciones cruentas por una cuestión de faldas. Y el cornudo había requerido, en las actuales circunstancias, el cumplimiento de la palabra de sus antiguos competidores por los favores de la agraciada dama. Todos tan contentos, se lo iban a pasar de miedo dando matarile a los engreídos troyanos y con la disculpa de una causa justa. Todos menos el afligido marido que no lo pasaba tan bien y que pretendía hacer extensivo el matarile, a su vez, a la fugada.
Entre tantos intereses cruzados y ánimos exacerbados, parecía imposible que se atendiese al sentido común. Pero con ellos estaba el de Ítaca que calculó los riesgos de la operación y la insuficiencia de los recursos humanos. Era imperioso contar con la presencia del invencible Aquiles.
Pero no era de esa opinión la madre del interfecto, ya que venía barruntando la muerte de su cuasi inmortal hijo si acudía a esa guerra lejana. Urdió un plan para ocultarle de los banderines de enganche; escondió a Aquiles en los aposentos de sus hermanas, vistiéndole con ropajes de mujer para intentar evitar lo inevitable.

Ulises se disfrazó, a la par, de comerciante y solicitó permiso para mostrar sus mercaderías a las jóvenes de palacio; una vez con ellas extendió sobre una manta los abalorios, joyas, perfumes y demás cosas hacia las que las féminas sienten una fatal atracción, y entre ellas colocó una tosca espada sin ornato alguno. Hubo una mano que no se pudo resistir y empuñó el arma . . . era Aquiles . . . que, una vez convencido, acudió a la batalla con sus fieros mirmidones. El resto es de todos conocido aunque sea por la peli de Brad Pitt.

“Simile modo” (para enlazar con la cultura clásica) fue lo que le sucedió al cumpleañero Carlos de Tena (Chuky), estaba escondida su afición hasta que le pusieron delante unas zapatillas de fútbol sala. No acaeció este suceso a una edad temprana, todo lo contrario, no es que se pusiese a practicar este deporte con cuarenta tacos (por primera vez), como D. Ignacio; pero casi, casi.
Si no recuerdo mal Carlos inició el descubrimiento de su pasión hará unos doce años, frisaba ya la treintena, o estaba cerca. Y hay que ver el progreso que ha obtenido desde entonces. Cerrad los ojos e imaginaos un tío talludito que se pone a jugar sin más referencia que los recuerdos de cuando correteaba en el recreo en su época escolar. Y ahora, abrirlos de nuevo para encontraros con él en el polideportivo, ¿a que acojona?

Ha pasado de ser un jugador para hacer bulto, a ser un jugador que a cualquiera de los equipos rivales le gustaría contar con sus servicios. Pero, aviso a navegantes, no es transferible, tiene una cláusula de rescisión muy elevada; tan elevada que me costaría dormir en la calle, ya que su hermana no me dejaría entrar en casa. ¿Os dais por enterados, Diego y demás delegados mártires?
Por cierto, aquellos que pretendan, o han pretendido, minar nuestra relación recordando aguas pasadas, van de culo y reclinando. Los hombres se conocen en las duras y en las maduras, pero siempre de cara. Y entre nos, no quedan rescoldos de fuegos adecuadamente apagados.
Mucho ha cambiado el cuento desde entonces, Carlos se ha convertido en padre de una hija asesinada y marido de una mujer asesinada y encontrará su venganza en esta vida o en la siguiente . . . ¡Por Dios!, se me ha ido la olla, esto es lo que dice Máximo Décimo Meridio, Capitán de las legiones Fénix, General de los ejércitos del norte, Leal al verdadero emperador Marco Aurelio . . . Quería decir que Carlos se ha convertido en padre de una niña preciosa y un poco trasto, como los primos (mejor eso que una criatura mueble) y en marido de una mujer que le quiere con locura, cosa que no todos pueden apuntar . . . y lo dejo aquí no me vaya a meter en un huerto.

Muchísimas felicidades D. Carlos, muchas gracias por unirte a la Panzer-Divisionen ocupando uno de los dos puestos de tanque King Tiger, contigo volvemos a ser una escuadra temible. Y muchas gracias también por tus aportaciones al blog, algunas de ellas desconocidas para el gran público . . . ¡no soy yo el único responsable de ciertas maldades!Y como suele suceder, date por felicitado, porque pocos lo harán en los comentarios (ya que cuesta dinero, ¿o no es por eso?) . . . me atrevo a vaticinar quiénes serán los que te darán sus parabienes: Adalberto, por supuesto; Requeno, si es que se le ha pasado el regodeo; Fernando, que lo hará de corazón; Miguel, que es muy atento . . . y, faltaría más, todo Fadesa.

P.D.: Acabo de leer esto a tu hermana y con el cuchillo de cocina en el cuello te transmito sus felicitaciones y . . . ¡coño que esto corta! . . . que también te felicitan tus sobrinos . . . ¿ya está cariño? . . . pues separa el filo “please”.

7 comentarios:

Requeno dijo...

Felicidades de corazon. Espero que las maldades de tu familia politica no lleguen a alterar tu corazon puro.

Si quieres cambiar de equipo te recomiendo otro. El rosa no te sienta nada bien.

Un abrazo, Aquiles de -nsulae!

Anónimo dijo...

Querido Carlos; sin duda, con tu incorporación el equipo ha ganado en consistencia defensiva y ofensiva, pero lo mejor, tu alegría y compañerismo en cada jornada. ¡Ahora tienes que llegar hasta los 47 ó 50 de los más veteranos... ¿serás capaz?!

Muchas felicidades y un fuerte abrazo.
Fer.

Anónimo dijo...

Muchas felicidades Carlos, cuando cambies de equipo vente al que va a ser el próximo campeón del torneo, ¡ por huevos !, Coren, un saludo.
Nacho

Anónimo dijo...

Esperaba a mañana, pero los domingos no abro el ordenador. Así que FELIZ CUMPLEAÑOS CARLOS. La verdad es que tienes un montón, pero no se te nota. Parece que tienes 10 meses menos,no seré envidioso, algún añito. ¿Es por lo de Chuky, eh?.Vendiste el alma al diablo, como Gray.(Con la anatomía incluida)
Somos compañeros y estoy dedicando la ocasión a escribir con segundas.
En primera y a toda velocidad
QUE SEA TU MEJOR CUMPLEAÑOS, gracias a las dos nenas y al resto de la familia y amigos.

Anónimo dijo...

MUCHAS FELICIDADES AL MEJOR TÍO DEL MUNDO.
Gilgado Junior

Gilgado dijo...

Me he equivocado pero poco, a la hora de predecir quienes te iban a felicitar. Raro lo de Miguel, será porque está de viaje y excelente y sorprendente, como siempre, lo de Nacho (Coren) que es un caballero.

Miguel dijo...

Faltaba yo!!!

Muchas Felicidades Carlos!!Con retraso pero no por ello con menos entusiasmo!!!

Lo de diabólico...bueno, todos tenemos nuestros secretos.

Nos vemos en la pista

Un abrazo

P.D.:Ahora sí, la profecía de las felicitaciones se ha cumplido.