Hay quien nace para poner orden en las cosas y entre las personas con las que se relaciona. Y a la chita callando unas veces, otras entre bambalinas y no pocas, en el blog, de forma y manera enigmática, el Sr. Requeno va tejiendo una red clientelar a la que lidera y regula como si de un legislador, de los de antaño, se tratase.
Solón de Atenas y Licurgo de Esparta dotaron a sus coetáneos de unas bases sobre las que edificar su convivencia: léase constituciones que sirvieron para aunar, homogeneizar y canalizar los esfuerzos individuales en pro del bien común. Ninguno de los dos lo tuvo fácil y los dos consiguieron imponer su criterio a costa de su sacrificio y con el ejemplo de sus virtudes.
Solón de Atenas y Licurgo de Esparta dotaron a sus coetáneos de unas bases sobre las que edificar su convivencia: léase constituciones que sirvieron para aunar, homogeneizar y canalizar los esfuerzos individuales en pro del bien común. Ninguno de los dos lo tuvo fácil y los dos consiguieron imponer su criterio a costa de su sacrificio y con el ejemplo de sus virtudes.
A Requeno le pasa algo similar, no es que pretenda comparar a jonios y dorios con promesas, pero algún parecido se me ocurre sin que los admiradores de los antiguos griegos me condenen por impiedad. Si seguís leyendo seguro que me daréis la razón y acabaréis asegurando que lo que cuento ya lo conocíais.
“Pois xa que o sabes voucho a decir”. Requeno gran muñidor de promesas fútbol club, Ricardo para los amigos, lleva con nosotros desde el principio. Hombre no desde “en el principio Dios creó el cielo y la tierra . . .”, tan al principio no. Me refiero al principio de nuestro emporio futbolístico. Y los inicios no fueron nada sencillos de trajinar para un jugador de mucho pundonor pero que no se gana el liderazgo por sus cualidades técnicas precisamente. Si a esto le añadimos que no está vinculado, ni por activa ni por pasiva, al leit-motiv que propicia nuestra actividad, tenemos que servidor no le arrendaba la ganancia cuando se le propuso la ingrata tarea de dirigir un equipo.
Y menudo equipo, el de las criaturas (que ya no lo son), el de los hijos de . . . los mayores (dejémoslo así), el de las figuras indolentes . . . Vamos que no era el más sencillo de torear. Pero desconocíamos las dotes del caballero, es más, por desconocer desconocíamos hasta el cargo que desempeñaba en su trabajo (por lo menos yo) y con mano de hierro en guante de terciopelo ha conseguido el respeto de los suyos y la admiración de los demás.
Se ha sacrificado por sus pupilos, no hay partido que no empiece, y acabe, en el banquillo; en la portería si es necesario; no apareciendo si son demasiados; llegando a rastras con gripe si la ocasión lo requiere; buscando efectivos debajo de las piedras (del ventorrillo, claro); rebuscando patrocinador (con más pena que gloria); organizando saraos para los chavales; haciendo de mentor y consejero; participando en lo que se organiza; comprometido con lo extra deportivo (gracias); aguantando comparaciones con el de “homine non habeo”; amansando a la fiera con su herdanza orensana; dando sentido a “lacomunidadelvino” . . . en fin que no todo el mundo es ingeniero.
Es listo el condenado, le viene que ni pintado poner en su boca lo que dijo Solón a sus conciudadanos cuando Pisístrato (de profesión tirano), antes de ejercer en tan ilustre cargo, se presentó magullado y con la túnica rasgada en el areópago, fingiendo haber sido atacado por rivales políticos y solicitando se votase la facultad de hacerse con un grupo de hombres armados para su defensa. Solón, que también debía ser natural de la capital de las Burgas, vio la trampa y advirtió del peligro que suponía cambiar la ley para permitir el mal uso de una escolta, y se dirigió a la asamblea de la siguiente forma: “Escuchadme bien, atenienses: yo soy más sabio que muchos de vosotros, y más valeroso que muchos otros. Soy más sabio que los que no ven la malicia de este hombre y sus fines ocultos; y más valeroso que los que, aun viéndola, fingen no verla para evitarse líos y vivir en paz.” Y notando que no le hacían caso, añadió indignado: “Siempre sois iguales: cada uno de vosotros, individualmente, obra con la astucia de una zorra. Pero colectivamente sois una bandada de gansos”.
Muchísimas felicidades Requeno y que cumplas muchos más, aunque ya inicias el consumo de la segunda mitad de tu existencia (según las estadísticas).
5 comentarios:
Felicidades REQUENO, "De los 40 "parriba" no te mojes la barriga"
Gilgado, hoy también es bueno, pero un poco enigmático. ¿Es por quien es?
Adalberto
Felicidades a nuestro presi que se las merece por aguantar a esta banda que estamos hechos
un abrazo, Rubén
Creo, sinceramente, que las comparaciones son odiosas. Esta es particularmente exagerada, pero JG es asi. Le agradezco el esfuerzo de buscarme un simil en la historia y, sobre todo, admiro que crea que lo ha encontrado. Yo prefiero parecerme cada dia mas a mi mismo porque con la edad cada vez me gusto mas(menos futbolisticamente hablando que los "no" progresos son evidentes). En cualquier caso estoy contento de cumplir anos y poder disfrutarlo con otras personas.
Aunque sea con retraso, muchas felicidades Ricardo.
Efectivamente, nos va pasando el tiempo (y los años...,) pero estoy seguro de que también vamos disfrutando más.
Un abrazo.
Fernando.
Felicidades Requeno, por el cumple (que tiene su mérito) y por la comparación que te hace Gilgado emulando, sin duda alguna como debe ser, las vidas paralelas de Plutarco.
Un abrazo
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