lunes, 10 de marzo de 2008

Sé lo que hicísteis el último sábado (8 de marzo)

Parece mentira lo que avanza la tecnología. Hace tan solo unas semanas no teníamos ni blog y ahora nos permitimos el lujo de comentar los partidos con vídeo incluido. Dentro de poco no hará falta ni siquiera acercarse los sábados a jugar; podremos hacerlo en red conectándonos desde nuestras casas y manejando el ratón en vez de las dos piernas. Bien es cierto que alguno no maneja ni una y ese saldrá ganando, porque los regates virtuales serán mas fáciles que los de verdad. Pero mientras llega el día, Dios no lo quiera, seguiremos en la lucha que, por cierto, cada vez está más interesante.



Los equipos pequeños han muerto, vivan los grandes. El que no se lo quiera creer que le pregunte a Promesas. A primera hora pudimos ver al “Coren fénix” (en realidad es ave, genérico, y en ningún sitio dice que ésta no pueda ser gallinácea) que de forma increíble renace de sus cenizas. Un partido más nos han demostrado que querer es poder. Frente a las innumerables lesiones (no digo el número para no equivocarme y evitar ser corregido por el Sr. Carretero) que a otros, menos valientes, los hubiera dejado con la disculpa para no presentarse; el equipo con más huevos presentó siete unidades (docenas) que a punto estuvieron de dar un disgusto a las huestes de Ricardo “Corazón de Emaclsa”. A quiénes plantaron cara desde que despertaron, a unos veinte minutos de iniciado el partido, hasta que el encuentro se convirtió en un corre calles que favoreció a los jóvenes pulmones vestidos con distintas tendencias de la moda urbano deportiva (van equipados más o menos como en el vídeo que nos mandó su “capi”).

Promesas entró en ebullición demasiado pronto. Pretendió cocer los huevos en tiempo record, introduciendo hasta cuatro veces el balón en una portería defendida de modo aleatorio por los abatidos jugadores de Coren. Pero, así es el fútbol, sucedió la inesperada reacción de la granja y salió un gallito llamado Alberto que le metió seis goles, seis, al sorprendido rival.


El definitivo 12 a 7 a favor de Promesas refleja la pájara inicial y el derrumbe físico final. Promesas se coloca en una excelente posición para afrontar la segunda vuelta, con la tranquilidad de saber que solo dependen de si mismos.

(Estamos intentando colgar un vídeo)


Partidazo a segunda hora. Parecía que no se iba a mover el marcador y es que cuando se enfrentan dos equipos serios suele haber pocos goles.
El invicto Wencasfer sufre su primera derrota (hay quién espera que no sea la única) a manos de Fadesa que ha recuperado su esencia: defensa con pocos despistes y ataque con brotes de genialidad.
Y es que cuando Ángel Pardo está contento, durante el partido, es significativo de victoria. Motivos tiene para estar satisfecho, porque su vástago Álvaro nos deleitó con algunas jugadas magistrales.
Aún así, a mi modo de ver, el partido se decidió en una desgraciada jugada en la que José Vizoso y Ángel Rico no se entendieron, provocando un gol en propia meta que desbarató el acoso al que estaban sometiendo a la portería rival. La naranja mecánica se exprimió con generosidad, lucharon, corrieron, lo intentaron hasta el final; pero no pudo ser, enfrente tenían al equipo más laureado del Campeonato que supo aprovechar el regalo y los contragolpes. Y les faltaba Germán que no es poco.

El siete a cinco pone al líder en situación de sentir la respiración (forzada por el esfuerzo) de su inmediato perseguidor y a Fadesa con el grito de “Cristóbal . . . la victoria final es posible”.

(También estamos intentándolo)

Y a las doce y media (más los retrasos de siempre) pudimos ver algo nuevo: el equipo que cambió de nombre (de Bbva a Repsol) acudió y plantó cara (por lo menos en la segunda parte).

Segundas partes nunca fueron buenas, sobre todo para Insulae que cuando juega sin recambios sus piezas, sobre todos las más viejas, se resienten sobre manera. Y es que durante la primera mitad solo hubo un equipo en el campo enfrentado a siete jugadores que hacían la guerra por sí mismos sin dar ni esperar colaboración de los que desconocían ser sus compañeros. De este modo se esforzaron por recibir seis goles, estando bajo los palos Alfonso que es un portero de verdad, y no ser capaces de limpiar las telarañas de la portería de Diego, que no es un portero de mentira.
Por parte de Insulae, Manuel recorría la banda derecha como si de una autopista se tratase, sin encontrarse ni a la Guardia Civil, ni al cobrador de peaje. Y Repsol acababa sus ataques como hacían los galos de Vercingétorix contra las legiones, perfectamente formadas, de Cesar: rechazados una y otra vez y con demasiadas bajas. De este modo se llegó a la conclusión de la primera parte con un holgado 6 a 0, que hacía presagiar un desastre parecido al sitio de Alesia.

La segunda mitad comenzó de forma parecida, Insulae marcó el séptimo gol y se puso a repostar. Momento que aprovechó Repsol para pasarle la cuenta, el combustible cada vez está más caro y le puso cinco golitos en el recibo de la visa.
Por fin se vio a un equipo, como por arte de ensalmo lo que hasta el momento era una banda se transformó en un conjunto organizado que dejó de jugar al frontón para empezar a jugar al fútbol, llegando a poner en aprietos a los vejetes. El parcial de la segunda parte 5 a 3 hace presagiar que este equipo, si hace caso al GPS, puede no perderse (y me ha salido un pareado).
La remontada era prácticamente imposible, se enfrentaban a perros viejos que no querían tirar por la borda una ventaja de siete goles. Y el resultado final de 9 a 5 contentó a los dos equipos; uno por ganar y el otro por descubrir que son capaces de formar un bloque. Enhorabuena a Repsol por encontrar su camino.

CLASIFICACIÓN

1º.- WENCASFER con 12 puntos. 37 (gf). 21 (gc).

2º.- PROMESAS con 12 puntos. 38 (gf). 28 (gc).

3º.- INSULAE con 9 puntos. 37 (gf). 22 (gc).

4º.- FADESA con 6 puntos. 32 (gf). 38 (gc).

5º.- COREN con 3 puntos. 21 (gf). 43 (gc).

6º.- REPSOL con 3 puntos. 11 (gf). 24 (gc).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gilgado, muy buena la crónica del BBVA INSULAE. Me ha gustado toda, por la realidad y por el optimismo sobre el futuro del equipo bancario.
Adalberto