lunes, 13 de julio de 2009

De nuevo en INEF, con el patrocinio de familydent

¡Qué pedazo de día! Elegimos el mejor sábado del año, hasta la fecha. ¡Elegimos el mejor día del verano!, el domingo comenzó el otoño. Elegimos las mejores horas de la mañana, no apretó mucho el calor. Elegimos las mejores instalaciones, con la hierba recién cortada y una valla recién estrenada, sin ausencias de barrotes por los que colarse. ¡Elegimos! y no nos equivocamos en nada . . . salvo en hacer los equipos.
Todo en su sitio, todos puntuales, los coches en el parking; saludos iniciales, presentación de algún desconocido, corrillos, sonrisas, niños corriendo, botas nuevas, balones hinchados . . . y la desventura que se cierne sobre nuestras cabezas.
Que si los estiramientos, que si me pongo a calentar, que si soy diesel, que si la quema de grasas, que si hecho unas carreritas, que si no me hago con la nueva superficie, que si el cemento agarra más, que si “hay que joderse como bota el balón”, que si “no me acostumbro al toque”, que si se me han hinchado los pies, que si las zapatillas me quedan pequeñas, que si peloteamos, que si puedo coger otra bola, que si salto, que si me tumbo, que si no miro por donde voy . . . y “catapún chimpún” . . . colisión múltiple de jugadores en medio del campo.
Piernas entre cruzadas, cabezas sobre espaldas, manos junto a pies, dos o tres esféricos entre los cuerpos, unos sobre otros, otros al lado de unos; amasijo de humanidades, mezcla de colores, intercambio de roces . . . pero mariconadas ¡ni una!
Una vez realizadas, con buen discernimiento y celeridad, las labores de excarcelación y desenredo, nos encontramos con que uno se lleva la mano a la boca dolorida por el impacto de una bota, amiga, con tacos. Vamos a mantener el anonimato del protagonista de los tan increíbles sucesos que nos proponemos relatar; como viene siendo habitual en este blog, que si de cuando en vez alguien mete la pezuña se procura no señalarlo, para que las cosas de las que no se puede estar orgulloso quede entre el protagonista y los que fueron testigos. Aunque siempre hay quien prefiere el protagonismo a la discreción y no puede reprimir el impulso de aparecer retratado en el apartado de comentarios.
Pero no creo que sea el caso de nuestro protagonista por lo que vino a suceder.
El asunto es que mientras esperábamos el inicio del partido se produjo un encontronazo entre varios que acudían a por los balones con los que se entretenían. Después del golpe, las disculpas y las risas, solo uno sentía una pequeña molestia en una encía. Jugamos, unos ganaron, otros perdimos, nos fuimos . . . pero el domingo por la tarde recibo el siguiente mail:
“¿Recuerdas el golpe que me di antes de empezar? Pues tengo una sensación rara al masticar. Estoy pensando en ir al dentista el lunes, ¿sabes si en “familident” me harían el descuento por ser del campeonato? No me duele nada, pero como el golpe fue fuerte y tenía la boca abierta cuando me dieron con los tacos, aunque no me veo nada porque es en la parte de arriba, me encuentro un poco extraño.”
Y le contesté:
“Te envío el enlace de la web (http://www.familydentcoruna.es/) dónde tienes el teléfono para pedir cita. No hay ningún problema respecto a lo del descuento, no obstante el lunes llamo a primera hora para que sepan que eres uno de los nuestros.”
Pues bien, como le había dicho a nuestro compañero llamé para advertir que “fulano de tal”, jugador del equipo “zutano”, pediría cita para que le echasen un vistazo por un percance ocurrido el sábado. Que le cuidasen bien, porque no era muy amigo de visitar consultas y menos de dentistas, con quienes hacía tiempo que no trataba.
A media mañana recibo el siguiente correo dónde se puede comprobar la excepcional pasta con la que están hechos nuestros jugadores:
“Apreciado Jose:
Hemos atendido a tu amigo de la mejor manera que hemos podido. No le hemos aplicado el descuento que tenemos pactado con los jugadores y familiares de vuestro campeonato de fútbol porque ni siquiera le hemos cobrado. Hemos llegado a un acuerdo con él para publicar su caso en una revista de especialidades odontológicas de máximo prestigio, porque este caso puede revolucionar el sistema de implantes bucales en el mundo. Como está de acuerdo en que se dé publicidad a su caso, te paso a relatar brevemente lo que nuestros especialistas han calificado como “el paciente más sorprendente de todos los tiempos”:
A las nueve en punto de la mañana se persona en nuestras instalaciones un varón de mediana edad, de origen caucásico, complexión fuerte y mediana estatura que presenta leves molestias en el maxilar superior derecho. Fruto, según su relato de un golpe fortuito mientras calentaba antes de iniciar un partido de fútbol. En una primera exploración ocular detectamos un objeto extraño que ocupa el espacio 15 y 16 y que sobresale en longitud y hacia el exterior de la alineación del resto de piezas dentales.
Sorprendidos y desconcertados realizamos una ortopantomografía y sobre el monitor aparece como un implante que ocupa los dos huecos de los molares antes mencionados, pero con unas peculiaridades morfológicas que lo hacen distinto a cualquier pieza y técnica aplicada en Occidente en los últimos cuarenta años.
Preguntado el paciente si sentía alguna molestia, y ante la negativa, procedimos a dar pequeños golpecitos en todas las caras de la extraña pieza. Al no mostrar ni la más mínima sensibilidad incrementamos la fuerza e intensidad de los mismos para comprobar el afianzamiento, y nada, la respuesta siempre era la misma “¡Ah!, ¿pero están golpeando?”.
El asombro alcanzó su más alta cota cuando nuestro especialista en implantes, que también es aficionado a la práctica del balompié, dijo: “¡No jodas Rodas, si lo que tiene clavado en la encía es un taco de aluminio de una bota de fútbol!”. A una de las enfermeras casi le da un desmayo. El resto del equipo no daba crédito, pero, en efecto, tenía incrustado un taco de aluminio.
Cuando pudimos recuperar la compostura le hicimos saber tan fantástico acontecimiento y le aseguramos que no iba a sentir dolor en la extracción del objeto . . . pero se negó en redondo. Nos dijo que si estaba allí alojado era porque la Providencia había dispuesto una nueva función a ese taco y que había que aprovechar tal circunstancia, ya que durante todo el fin de semana le había servido perfectamente. Nos pidió que rebajásemos un poco las dimensiones para que no pareciese que tenía un flemón, y que como no había sentido dolor, en su particular implante, que no le diésemos más vueltas y que apañásemos como pudiésemos.
La verdad es que le dejamos la pieza como si fuese suya, lo único que la delata es el color metálico, pero nos aseguró que no abriría mucho la boca en público. Y con la misma se despidió de todos nosotros felicitándonos por el trabajo realizado.
Desde entonces seguimos desconcertados. Saludos.”

Sin comentarios, una vez más se vuelve a demostrar que tenemos gente “pa tó”.

En cuanto al partido, decir que solo jugamos dos tiempos de cuarenta y cinco minutos; a pesar de la insistencia de D. Ignacio que pretendía echar la mañana y la tarde, en una especie de maratón entre nos. Este tío es una roca, y eso que se levantó a las tres y media de la madrugada porque tenía que estar en Lavacolla para que su hija cogiese un vuelo “palextranjero”. Encima se hinchó a marcar goles, hasta por los sitios más inverosímiles ¿verdad Guzmi?

Con D. Ignacio se enrolaron lo más granado de nuestras tropas de élite. El blanco está de moda, gracias a Florentino, y de blanco iban vestidos Javier Cristobo que arrancaba desde atrás y en 6,5 segundos se plantaba en el área contraria; Le acompañaba Pedro Lorenzo, de El Mundo, que ha demostrado ser uno de los jugadores más técnicos del campeonato; También de El Mundo estaba Pablo Serantes que distribuyó el juego como quiso, con mucha inteligencia; Encima, entre los blancos militaba Rubén Losada, de Coren, que está que se sale y jugando desde su área se convierte en atacante y de los eficaces. Otro que corrió la banda, de lo lindo, fue José Vicente Echevarría que disfrutó del buen juego y de la holgada victoria.

En fin, que se ha roto la racha, el año pasado ganaban siempre los de oscuro y ahora, ya se ve, la primera en la frente. Lo siento por Diego Linares que se lo curró durante todo el partido, pero el desorden llama al desorden. No te preocupes Chuky que ya inventaremos algo para el sábado que viene.




















3 comentarios:

Chuky dijo...

Yo creo que Jose Vicente Echevarría,se va a forrar con nosotros,porque yo estuve a las 11:00 de la mañana.Eso si ,a mi si que me hacen el 10% de descuento.

Requeno dijo...

La verdad es que siento una gran envidia de no haber podido vestir de blanco el sabado.

Por lo demás deberíamos patentar el sistema de implante futbolístico de cara a forrarnos con los padres de hijos que no quieren ir al mismo. Os imagináis lo que presumirían los progenitores ante sus vastagos con eso de que "a mi me lo han hecho a lo vivo y ni me he enterado!"

Gilgado dijo...

Por cierto para el próximo sábado enviaré correos que necesito contestéis antes del jueves, para evitar el caos. En INEF juegan bien catorce. A partir de ahí tendrían que ser dieciocho y aguantarían mal veintidós. Con un poco de coordinación conseguiremos que todo el mundo quede contento. Saludos.