Sus deseos son órdenes Coronel Requeno ¿Quiere Vuecencia estar al cabo de la calle de lo acaecido en sábado? . . .
Pues lo de siempre:
Que Guzmán nos enseña a Guzmi “requeteguapo” y que se porta como los ángeles, es más, diría que este niño tiene poderes sobrenaturales, es capaz de levantar un banco de dos metros sin que se entere su padre.
Que el barril de crudo no alcanza los setenta dólares en los mercados internacionales, menos de la mitad de lo que estaba hace un año cuando pagábamos en las gasolineras patrias el litro de gasóleo a 1.20€, y ahora lo pagamos a más de noventa y cinco céntimos de euro (por favor que me den un trabajo en esas compañías que se están forrando a costa de las penurias de “to quisqui”).
Que muerto el “genio Jackson” la plebe se lanza a las calles en misión adoratriz para afianzar el dicho de que “cuando el hombre deja de creer en Dios acaba creyendo en cualquier cosa”.
Que Obama mata moscas con el rabo y ZP mosquitos con su avión privado.
Que nuestras entidades financieras, envidia del mundo mundial en conjunción planetaria, nos siguen estafando sin percatarse que la usura sigue abriendo las puertas del infierno dónde todo es llanto y rechinar de dientes.
Que en www.familydentcoruna.es siguen arreglando esos mismos dientes y otros en mejor estado y encima te felicitan por tu cumple ¡Que lujazo!
. . . En fin lo de siempre . . . ¡No! . . . ¿Lo de siempre? ¡Que no! Que D. Ignacio no apareció ni tan siquiera para jugar unos minutitos, que está al solaz esparcido en el “pazo” de un amigo potenciando el tren superior en la piscina casi olímpica en la que se zambulle.
. . . Lo de siempre, no, que Coren no se presentó (lo nunca visto) ante un Burguer que aprovechó para practicar la dieta mediterránea: mucho correr y empanada final.
Y poco más tengo que contar, bueno, se me olvidaba decir que estoy teniendo peticiones de nuevos equipos para engrosar el campeonato y cabe la posibilidad de que para el curso que viene seamos ocho en vez de seis, siempre y cuando no se produzcan bajas colectivas en solidaridad con los que nos dejan (aquellos que meten la pata y no la quieren sacar), en tal aciago caso seguiríamos con la misma estructura.
A las diez de la mañana la contravención disimulada de una norma de cortesía hace que Insulae empate un partido que estaba ganando.
Volvemos a lo de siempre, cuando se intenta sacar tajada del que tienes enfrente puedes acabar enfrentado y en el tajo. Es decir, solo te sirve para que la hartura llegue tan alto que no haya cristiano que sea capaz de descolgarla y quede ahí expuesta como ejemplo de lo que no se debe, aunque se pueda, hacer.
¡Ojo! si hay alguno que pretenda ser profesional y esté por agradar a posibles oteadores, con o sin carné FIFA, que lo diga y le cedemos el paso. Pero si no es así ¿a do vas so pícaro? ¿a la vera de Rinconete? ¿al par que el de Alfarache? ¿correr mundos con el de Tormes es la intención? ¿Qué no? Pues cuando el otro equipo esté celebrando un gol o cambiando en la portería no aproveches para marcar y quedar marcado, que no merece la pena hurtar dos puntitos a Insulae, que no los necesita, y sin embargo bien que le venía a Fadesa que Promesas se conformase con uno menos.
En fin que no aprendemos. Cinco para cinco y al final de los primeros treinta ventaja de seis a dos favorable a los de Requeno, pero sin Requeno. Los grises meditan en el descanso y ponen sobre el duro cemento otras maneras que los catapultan hasta situarse por delante con ocho sobre siete. Aquí viene la fullería mediante la cual Promesas empata y se mete en el partido, a falta de seis minutos. Se termina con empate a diez y calentón de un servidor que no es capaz de entender cómo pudiendo escoger la novela de caballerías se opta por la de picaresca.
A las once y cuarto viene Rubén Losada de Coren y siete de Burguer King; por tanto pachanga.
A las doce y media, sin D. Ignacio, Fadesa se deja empatar por El Mundo de la noche.
Fadesa ¡que gran equipo si vistieseis todos igual! Que parecéis la banda de Pancho Villa, que también montaba bigote como D. Ángel Pardo; quién no daba crédito (como los bancos) que con un cuatro a cero acabasen empatando a cinco y con ocho minutos de infarto por delante. Algo parecido les pasó con la gloriosa remontada de Coren, no hace mucho. Los jóvenes jugadores blanquiazules, azules, azul y negro, se acaban durmiendo en los laureles antes de tiempo, sin contar con la perseverancia de la que hace gala El Mundo, que tacita a tacita, subida a subida ora por la derecha con Andrés Ardá, ora por la izquierda con Juanjo Lesta, acaba liándotela. Además se puso bajo los palos Emilio Gismero que paró lo que no estaba escrito, que se lo pregunten a Álvaro Pardo, y a Pablo Serantes le dio por hacer de secante y jugador que pasaba por su lado jugador que quedaba exprimido. Y a Manuel García-Lastra ponle un galgo, o dos, que da igual. Ahora bien, este equipo sin Beto no es lo mismo; se puso el tío a dirigir el equipo con las últimas tecnologías a su servicio, con el móvil en una mano y el portátil en la otra dio órdenes a diestro y siniestro: compra, vende, sube, baja, arrastro . . . si es lo que tienen los informáticos, el mundo en sus manos (también el de la noche) ¿Para cuándo una fiesta jolgorio? Beto a ver si mueves el cotarro y te das cuenta de la apatía generalizada (espero que ya pasada).
Que el barril de crudo no alcanza los setenta dólares en los mercados internacionales, menos de la mitad de lo que estaba hace un año cuando pagábamos en las gasolineras patrias el litro de gasóleo a 1.20€, y ahora lo pagamos a más de noventa y cinco céntimos de euro (por favor que me den un trabajo en esas compañías que se están forrando a costa de las penurias de “to quisqui”).
Que muerto el “genio Jackson” la plebe se lanza a las calles en misión adoratriz para afianzar el dicho de que “cuando el hombre deja de creer en Dios acaba creyendo en cualquier cosa”.
Que Obama mata moscas con el rabo y ZP mosquitos con su avión privado.
Que nuestras entidades financieras, envidia del mundo mundial en conjunción planetaria, nos siguen estafando sin percatarse que la usura sigue abriendo las puertas del infierno dónde todo es llanto y rechinar de dientes.
Que en www.familydentcoruna.es siguen arreglando esos mismos dientes y otros en mejor estado y encima te felicitan por tu cumple ¡Que lujazo!
. . . En fin lo de siempre . . . ¡No! . . . ¿Lo de siempre? ¡Que no! Que D. Ignacio no apareció ni tan siquiera para jugar unos minutitos, que está al solaz esparcido en el “pazo” de un amigo potenciando el tren superior en la piscina casi olímpica en la que se zambulle.
. . . Lo de siempre, no, que Coren no se presentó (lo nunca visto) ante un Burguer que aprovechó para practicar la dieta mediterránea: mucho correr y empanada final.
Y poco más tengo que contar, bueno, se me olvidaba decir que estoy teniendo peticiones de nuevos equipos para engrosar el campeonato y cabe la posibilidad de que para el curso que viene seamos ocho en vez de seis, siempre y cuando no se produzcan bajas colectivas en solidaridad con los que nos dejan (aquellos que meten la pata y no la quieren sacar), en tal aciago caso seguiríamos con la misma estructura.
A las diez de la mañana la contravención disimulada de una norma de cortesía hace que Insulae empate un partido que estaba ganando.
Volvemos a lo de siempre, cuando se intenta sacar tajada del que tienes enfrente puedes acabar enfrentado y en el tajo. Es decir, solo te sirve para que la hartura llegue tan alto que no haya cristiano que sea capaz de descolgarla y quede ahí expuesta como ejemplo de lo que no se debe, aunque se pueda, hacer.
¡Ojo! si hay alguno que pretenda ser profesional y esté por agradar a posibles oteadores, con o sin carné FIFA, que lo diga y le cedemos el paso. Pero si no es así ¿a do vas so pícaro? ¿a la vera de Rinconete? ¿al par que el de Alfarache? ¿correr mundos con el de Tormes es la intención? ¿Qué no? Pues cuando el otro equipo esté celebrando un gol o cambiando en la portería no aproveches para marcar y quedar marcado, que no merece la pena hurtar dos puntitos a Insulae, que no los necesita, y sin embargo bien que le venía a Fadesa que Promesas se conformase con uno menos.
En fin que no aprendemos. Cinco para cinco y al final de los primeros treinta ventaja de seis a dos favorable a los de Requeno, pero sin Requeno. Los grises meditan en el descanso y ponen sobre el duro cemento otras maneras que los catapultan hasta situarse por delante con ocho sobre siete. Aquí viene la fullería mediante la cual Promesas empata y se mete en el partido, a falta de seis minutos. Se termina con empate a diez y calentón de un servidor que no es capaz de entender cómo pudiendo escoger la novela de caballerías se opta por la de picaresca.
A las once y cuarto viene Rubén Losada de Coren y siete de Burguer King; por tanto pachanga.
A las doce y media, sin D. Ignacio, Fadesa se deja empatar por El Mundo de la noche.
Fadesa ¡que gran equipo si vistieseis todos igual! Que parecéis la banda de Pancho Villa, que también montaba bigote como D. Ángel Pardo; quién no daba crédito (como los bancos) que con un cuatro a cero acabasen empatando a cinco y con ocho minutos de infarto por delante. Algo parecido les pasó con la gloriosa remontada de Coren, no hace mucho. Los jóvenes jugadores blanquiazules, azules, azul y negro, se acaban durmiendo en los laureles antes de tiempo, sin contar con la perseverancia de la que hace gala El Mundo, que tacita a tacita, subida a subida ora por la derecha con Andrés Ardá, ora por la izquierda con Juanjo Lesta, acaba liándotela. Además se puso bajo los palos Emilio Gismero que paró lo que no estaba escrito, que se lo pregunten a Álvaro Pardo, y a Pablo Serantes le dio por hacer de secante y jugador que pasaba por su lado jugador que quedaba exprimido. Y a Manuel García-Lastra ponle un galgo, o dos, que da igual. Ahora bien, este equipo sin Beto no es lo mismo; se puso el tío a dirigir el equipo con las últimas tecnologías a su servicio, con el móvil en una mano y el portátil en la otra dio órdenes a diestro y siniestro: compra, vende, sube, baja, arrastro . . . si es lo que tienen los informáticos, el mundo en sus manos (también el de la noche) ¿Para cuándo una fiesta jolgorio? Beto a ver si mueves el cotarro y te das cuenta de la apatía generalizada (espero que ya pasada).