En estas Navidades, turrón de chocolate . . . , además de pasarlo bien haciendo caso omiso a las recomendaciones de la DGT y de Steve Wonder “si bebes no conduzcas” y si no ves tampoco, negando nuestra tradición colgando de cualquier sitio y manera la creación de un diseñador publicitario a sueldo de Coca-Cola (léase Santa) en los lugares estratégicos de nuestras hipotecadas “non subprime” viviendas, que ahora no quieren ni nuestras muy saneadas entidades financieras sin un puto duro, y que en noviembre eran ocupados por los horribles espectros de Hallowen, ¡eso sí! muy nacionalistas todos sin embargo muy pero que muy imperialistas “made in USA”, naturalmente, que ya llegará enero con su cuesta y el regreso a los prejuicios anti americanos del “yankies go home”, “OTAN no bases fuera” o el socorrido “no a Guantánamo” (pero sin acento como los anglo parlantes).Pues lo que decía que en estas Navidades, además de esas y otras zarandajas, podemos ser un pelín solidarios ¿Cómo? Pues con el rastrillo que coordina la señora esposa de D. Ignacio.Rastrillos por una buena causa hay muchos, bueno no tantos, pero como éste ninguno. En él podréis encontrar las cosas más insospechadas:
Desde los prismáticos que utilizó su marido en el desembarco de Alhucemas hasta los salvavidas del Titanic.
Desde los zahones que lucía Máximo Décimo Merídio en Germania hasta el balón con el que marcó cinco goles, en el segundo tiempo de un partido, Diego Linares.
Desde el primer pañal usado, pero que no huele, del primogénito de Guzmán al primer whooper petrificado del Burguer King.
Desde un lote de prendas deportivas extraviadas en el polideportivo hasta la primera dentadura postiza de uso colectivo inventada por la clínica de especialidades odontológicas www.familydentcoruna.es Desde los guantes humeantes que utilizó Diego Pérez en el último partido contra Promesas hasta las maromas que sujetaban el navío que se estrelló contra “a ponte das Pías”.
Desde único vaso de agua potable de Emalcsa, durante el mes de octubre, que conserva el Sr. Requeno para saciar la sed de sus pupilos hasta el bol tamaño XXXL del que abusa uno de nuestro más queridos jugadores mientras reposa en el tresillo de su casa.
Desde una máquina quitanieves, a estrenar, que no utiliza el ministerio de “Maleni” porque no hace falta, hasta las zapatillas azulitas que calzaba el míster Caridad en su último enfrentamiento (nunca mejor dicho) . . .
Todas estas cosas y otras muchas de mayor utilidad y valor podemos encontrar en la C/ Juan Flórez nº 118, bajo. Merece la pena echar un vistazo, quizá te solucione el asunto de los regalos y además es por una causa justa (que se me ha olvidado).
Y para los golosos las famosas “Yemas de Almazán” y los “Polvorones de Antequera”
Otro publirreportaje muy adecuado para estas fechas de intercambio de dádivas.
Fernando de Uña es un monstruo, dentro y fuera del campo y su mujer Mercedes de lujo, como el coche, además de lo demás . . . pinta como los ángeles, o pinta ángeles. También pinta otras cosas, incluso retratos ¡vaya regalo, oiga! ¡Retrátese caballero y quede cómo tal! La verdad que puede ser un regalo sorprendente y de quedar muy bien, porque si se solicita se consiguen arreglos faciales incruentos y de bajo coste: supresión de las bolsas bajo los párpados, eliminación del código de barras, estiramientos múltiples . . . etc.