¿Consumatum est?

Pues no pudo ser, el Atlético Peter’s tendrá que esperar, por lo menos hasta mañana, para cantar el alirón. Aunque puede dormir tranquilo el equipo que el calendario parece benévolo. La última jornada enfrenta a sus inmediatos perseguidores en un duelo bajo el sol. Por cierto nuestro departamento de meteorología, con el patrocinio de “Family dent”, anuncia algo de agua hacia las dos y rachas de viento de 40km/h durante el tiempo que permaneceremos en Inef. Y otra cosa antes de nuestra competición habrá hockey.

La crónica de Oscar:
Dos números han jugado una parte importante en este partido. El número de cambios de Huargo, que teniendo “1” se lesionó al principio del partido y el número “22” de Coinasa que cada vez que se acercaba al área, media defensa de Huargo ayudaba a cubrirlo. A pesar de ello tiró con acierto desde todas las posiciones posibles, con tiros suaves y colocados a las esquinas de la portería defendida por Marcos; sin desmerecer en absoluto la labor del resto de jugadores de Coinasa, que han realizado entre todos, una impecable 1ª parte y una 2ª en la que se confiaron y durmieron permitiendo a Huargo recortar distancias hasta el 6-9 final, cuando habían llegado a conseguir una diferencia de 5 goles y momento también en el que a Míchel (de Huargo), el sol le secó la pólvora mojada que traía de casa.

Quiero destacar en este post una foto en la que los protagonistas son Igor y Michel, o lo que es lo mismo Coinasa y Huargo, o la lucha por el Zamora y por el Pichichi. Sobran las palabras viendo la imagen. Nuestras cámaras la captaron a la conclusión del encuentro que enfrentó a los dos equipos en una disputada segunda parte. Los protagonistas pelearon uno por meter gol y el otro por impedírselo, y los dos consiguieron sus propósitos. No perdonaron ni una ocasión de favorecer a sus equipos ni de favorecer a sus intereses personales, pero . . . la caballerosidad primó por encima de todo.
Este es el exponente, que me ahorra muchas palabras, de lo que es el campeonato. No sabemos si Antón Ares permitirá a Igor enfundarse el guante de oro; ni si Adolfo Obeso permitirá a Michel calzarse la bota de tan preciado metal, pero ahí queda su lucha y ahí queda su deportividad. ¡Ole!

Atención preguntas: ¿qué hacemos al terminar el torneo? ¿cena? ¿entrega de diplomas tomando una copichuela? . . . o no hacemos nada.