martes, 27 de enero de 2009

El presidente, urgencias y agradecimientos

En los últimos días he visto distintas maneras de acometer la propaganda pre/ante/para/so electoral –el caso es gastar nuestro dinero- del “Presidente de Galicia”. No hay que ser un experto en derecho constitucional para encontrar en una frase tan pequeña una mentira tan grande. Mentira que no error porque no me puedo creer que los torpes que nos gobiernan, por aquí y por allá, no tengan de mano un bien pagado profesional que les explique el, con el paso del tiempo y con el abuso, decepcionante Título VIII de la Constitución.
Mentira solo comparable con la cantinela “Feijo 09” de la llamada a ser eterna y merecida oposición. Que hacen extensible, la una y la otra, la valoración que nuestros mandatarios mandarines tienen del sufrido y anestesiado electorado más conocido como “tanto tonto de los cojones” a todos los votantes sin exclusión de la preferencia programática elegida. Porque vistos los mensajes está claro que los emisores creen ciegamente que los receptores somos indigentes intelectuales o memos sin posible recuperación.

Y quizá tengan estudios sociológicos recientes que así lo aseveren porque parece mentira la paciencia y la deferencia con la que tratamos a esta caterva de improductivos vividores gestores de la “res pública”. Basta acercarse a lo que llaman eufemísticamente “urgencias” de nuestro complejo universitario hospitalario, que lo único de cierto que tiene la denominación es lo de complejo, complicado, confuso, enredado, oscuro, enmarañado, liado, ininteligible . . . cualquiera de los sinónimos habría servido para acompañar a los dos conceptos que le siguen: universitario y hospitalario, cuyo significado todavía no he podido desvelar.
No es que servidor eligiese hacer una visita como usuario, aunque personas allegadas así lo crean, en condiciones tan lastimosas por apetencia, caridad o negocio. Por desgracia no me quedó más remedio, después del resbalón y el consiguiente trastazo que quebrantaron mis huesos pero no mi ánimo, que penetrar en un mundo desconocido y sorprendente al que llegué sin quererlo pero rápido y del que salí queriéndolo pero lento y después de no pocas vivencias que me propongo relatar.

Entro un sábado, de cuya fecha no quiero acordarme, a las 11.45h según reza en la pulsera que colocan en mi brazo izquierdo magullado pero recto. Entre las preguntas de rigor: ¿Se ha mareado? Mi respuesta trampa con objetivo expeditivo: “estoy empezando”, no me sirvió de mucho. Mi dolor tendría que esperar como el de muchos otros, tantos que la sala de la desesperación y de la desesperanza se queda pequeña para el contingente humano que intenta albergar. Solo el sufrimiento ajeno comparado con el propio y la conversación de Fernando aliviaban mi primera hora en manos del SERGAS. La presencia de Chuky me trajo a mi mujer y el primer analgésico, que mi lesionado cuñado tenía en el coche tras su experiencia, días atrás, en el mismo lugar pero a horas más intempestivas.
Minutos después lograba entrar por una de las tres puertas de los elegidos en el camino de la curación, para recibir los remedios contra la inflamación, el dolor y la derivación hacia radiología. Aunque con una hora y cuarto de retraso parecía que la rueda del sistema público de salud había comenzado a rodar a mi favor. Me despido de mis samaritanos y también de Araceli, convencido de que una vez cruzada la frontera entre la espera y la asistencia, la reparación ósea aun respetando sus tiempos no se haría esperar. Error, tremendo error, de principiante, de novato, de Alicia en el país de las maravillas; de crédulo de los apologetas defensores de lo público para todos menos para ellos.

Destino: radiología; pero antes la espera en el primer pasillo, preludio y aperitivo de las cosas que el futuro tenía reservado “for my eyes only”. Dolor, dilación; angustia, aplazamiento; padecimiento, plantón; malestar, mora; tormento, tardanza; suplicio, suspensión; lamento, lentitud. Me sentía como el tuerto en el reino de los ciegos, apenas alguna molestia me recordaba que tenía el brazo derecho en cabestrillo y pendiente de diagnóstico. Así estuve después de hacer las radiografías y de recorrer diversos pasillos en compañía de celadores, algo más de cuatro horas. Sorprendido por la respuesta del desbordado personal sanitario frente al sufrimiento, agradecido por ser el mío un mal menor y con la cabeza en ordenar lo que pasaba para escribirlo en el blog tan pronto como pudiese. Total el traumatólogo me compuso e menos que canta un gallo y ¿qué hice en seis horas?

Entretenido por momentos con las llamadas de Nacho Louro, Diego Linares, Adalberto, Ignacio, Chuky, Carlos Carretero, Santi Estévez, José Vizoso, Diego Pérez y Miguel Pardo de Vera. Que con las de mi mujer hicieron menos ingrata mi estancia en el jardín de las desdichas. A todos muchas gracias de todo corazón. Gracias también a Fernando por acompañarme cuando me dolía.
Y gracias a Manuel Nieto, Guzmán, Requeno, Ángel Rico, Juan Pablo Ucha, José Fandiño (y sus historias para no dormir), Juan Herrero, José Vicente Echevarría, Nacho Amostegui y Juan Caridad.
Gracias al director del colegio, a Ramón Iglesias y a Rodrigo, no pasa nada y si pasa se le saluda.

5 comentarios:

carlos dijo...

YA veo que vuelves en plena forma, me alegro de veras. Esto ha estado muy parado.
Pero he de recordar que las normas no escritas de este campeonato prohiben jugar con todo tipo de protesis, asi que hala! a mejorarse!!

Recuerdo a nacho (burger King) que la amenaza sigue en pie, o hamburgesas gratis o impugnación de partido, y si, es una amenaza. Piensatelo bien, si engordamos corremos menos.......

Manuel dijo...

Pero hombre de Dios, ¿cómo se te ocurre ir al "Canalejo"? (menos mal que ya le quitaron ese nombre porque el pobre Juan Canalejo no merecía sufrir ese bochorno, deberían rebautizarlo como "Hospital Zapatero")

Ahora entenderás porque cuando rompí la rodilla mandé desviar el coche que me llevaba a urgencias hacia una cervecería, porque francamente, ir a Urgencias es ir pa ná, -si no te estás desangrando- es más eficaz ir a un bar.

Ánimo y a recuperarse pronto, ¡un abrazo!

Anónimo dijo...

Bienvenido de nuevo al blog, tiene razón Carlos, esto estaba bastante parado, me alegro que tú maltrecha mano te pueda ir dejando escribir alguna que otra palabra, un saludo.

p.d. Sería conveniente, si puedes, que colgases la clasificación, ¡ creo que Coren va de primero !.

Nacho.L

Requeno dijo...

Querido Jose. No sabes lo que agradezco tu vuelta. Este momento es fundamental para mi salud mental, y mas en los tiempos que corren.

Lamento profundamente que hayas tenido que pasar por la experiencia de la sanidad pública por la via de URGENCIAS (nada que ver con lo que la tele nos enseña). Si me hubieras preguntado te habría informado de lo importante que es llevar un buen libro y un cojín para las.....
En fin bienvenido a casa y espero quepronto podamos recuperar la sana costumbre de contestar a tus comentarios con alguna tonteria de dificil interpretación.

Por cierto, ahora que puedes publica los resultados y si necesitas ayuda me avisas y escribimos juntos.

Requeno dijo...

Por cierto, se me ha olvidado la puntuación en el mensaje anterior. Ahí va:

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