Cosa rara en él ya que de joven decidió que solo cumpliría aquellos años en que los quince días

El caso es que este septiembre de 2010 cumple treinta y seis, muy bien llevados por cierto, y Dios quiera que pasen otros cincuenta para que alcance la cuarentena y así no perjudique el liderato de conservación sobrenatural y acientífica que sustenta (nuestro Dorian Gray de uso interno) Fernando de Uña, a la sazón casi Pichichi del último torneo.
Pero ¿qué podemos decir de nuestro querido José Vicente, que no sepamos ya? ¿Que es un gran pescador por río, mar y bajo el mar? . . . de sobra conocido.
¿Que les pega un repaso a todos los del gimnasio con las flexiones en barra? . . . tenemos certificados acreditativos del monitor de la sala y testigos oculares que no dirán lo contrario.
¿Que es muy apreciado en toda la universidad? . . . es una verdad contrastada, después de lo del extintor . . . ahí sigue al pié del cañón.
¿Que es buen amigo de sus amigos? . . . para atestiguarlo pongo la mano en el fuego (virtual) como Mucio Escévola.
En fin podríamos rellenar innumerables páginas con las virtudes que le adornan pero como una de ellas, y no la menor, es la humildad no vamos a extendernos más allá de lo que recomienda la prudencia y la discreción. Pero creo que siempre es buen momento para recordar y valorar, a ser posible, lo mucho que aporta al campeonato y a la Fundación FIDES que lo sustenta, porque el formato que conocéis no habría sido posible sin su gestión, su consejo y su dedicación. De hecho en estos días de las tres vamos a necesitar para poner en marcha la nueva temporada y no está de más agradecer a José Vicente lo mucho que hace por nosotros y reconocer lo poco que nos acordamos de ello.
Muchísimas felicidades y que cumplas muchos más, exactamente los que tú quieras.